XÁvila y UPL, aliados involuntarios del PP

En política no hay que mninusvalorar nunca a nadie, y menos al alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, que primero se la lió, y parda, a su antiguo partido en las generales y autonómicas, y ahora va a hacer lo propio con Ciudadanos en las generales. Se la va a liar porque la decisión de concurrir a las generales su nueva formación XÁvila, les va a hacer un roto en las urnas a los naranjas lo suficientemente grueso como perder el diputado que sacaron hace poco más de cinco meses. Uno que ya se habrá despedido definitivamente de los leones que flanquean la entrada del Congreso. De esta manera, también es cierto que Cabrera y sus huestes, van a empezar a devolverle parte de lo que le quitaron a su anterior partido. Y no es un vaticinio. Es una cuestión numérica y estadística. Cabrera se llevo muchísimo voto del PP para lograr sus quince concejales, pero también se llevó sufragio a manta de la formación naranja que mermó notablemente la representaición municipal. Aunque es cierto que son sus medio socios en el consistorio. Es que esta repetición electoral trae consecuencias y refriegas en los gobiernos de coalición.

Aquí cada uno va a lo suyo, excepto Cabrera que va a lo de él. Como mandan los cánones. Y de ahí debe venir el primer aviso de los naranjas a los de XÁvila, rompiendo el acuerdo de gobernabilidad en el municipio de El Tiemblo. Cierto, alguno ha empezado a temblar. Algo así le puede pasar a Ciudadanos en León con la presencia en las urnas de la UPL que lo que no saque será lo que le quite a Ciudadanos para beneficio del PP. Y esto no es augurio. Es mátemática electoral. En un mes lo dicho aquí quedará cerciorado. Porque lo que no tiene ciencia, ni siquiera periodística, es pronosticar lo que ya ha pasado. Para eso ya hay otros a los que leer a partir del 11 de noviembre.