La irresponsabilidad y la demagogia de las 35 horas
PARECE MENTIRA que los políticos todavía no sean conscientes que su descrédito procede principalmente de tanto de sus constante ejercicio de la demagogia como de su permanente y a veces un tanto indecente capacidad de adquirir compromisos imposibles.
Es el caso de la polémica y el debate suscitado con la reducción a 35 horas de la semana laboral para los empleados de la administración autonómica. Fue tan irresponsable el compromiso adquirido en campaña electoral por los partidos que gobiernan, PP y Ciudadanos, como demagógico el discurso que emplea ahora la oposición, alineada con los sindicatos, para reclamar el cumplimiento de la promesa. El gobierno ya ha dicho que acometer esa medida supone un desembolso de 130 millones. Claro que lo ha dicho ahora como argumento para esquivar el cumplimiento del compromiso. ¿No lo sabían cuando lo prometieron? Si lo sabían, mintieron descaradamente en campaña. Y si no lo sabían es peor por lo que conlleva de indolente responsabilidad el compromiso. Por fin se han puesto cifras a las 35 horas. Yson un dineral que Castilla y León ahora mismo no se puede permitir. Entre otras cosas porque había otro compromiso que afecta a todos los ciudadanos de Castilla y León y colisiona con este: la prometida bajada de impuestos. ¿O es que ahora tendrán que sacrificarse todos los ciudadanos renunciando a esa bajada de impuestos para cumplir lo de las 35 horas que afecta a un sector laboral, importante, pero no universal en la región?
El debate de las 35 horas llega y adquirirá vida cotidiana ante la cercanía de una nueva cita electoral. Porque ese grupo laboral, es un grupo importante en la urnas. Y también en las elecciones sindicales.
Pero eso no justifica la instrumentalización demagógica de la exigencia de las 35 horas. Ymucho menos, argumentar que como ahora el gobierno de Pedro Sánchez va a soltar los 440 millones de entregas a cuenta que debe el estado a las arcas regionales, como al resto de comunidades, ya se puede acometer la reducción de las 35 horas para los empleados públicos de la Junta. Es un dinero que tiene destino precisamente en los servicios públicos como es la sanidad, la educación o la dependencia. No es una Primitiva que ahora haya regalado generosamente el presidente del gobierno que lo hace después de saber que hay elecciones. Y si lo fuera, una lotería ese dinero, habría que mirar prioridades.
Y si no, que nos expliquen los unos y los otros, gobierno, oposición y sindicatos, de dónde se van a sustraer los 130 millones. Porque si sobran, primero está la bajada de impuestos todos los ciudadanos. Que esa también fue una promesa y además afecta a todos.
Y ese compromiso, que tampoco se va a cumplir por quienes lo prometieron, no está entre las demandas de oposición y sindicatos. El gobierno, la oposición y los sindicatos deben tener claro que son gobierno, oposición y sindicatos de todos, no sólo de unos.