El negocio turístico pierde fuelle pese al liderazgo en viajeros
CASTILLA y León se mantiene como la cuarta Comunidad autónoma más atractiva para el turista español, después de Andalucía,Cataluña y Valencia. Por lo tanto, conserva su liderazgo indiscutible entre las regiones de interior. Sin embargo, su cuota de casi el 9% de los viajeros españoles no se traduce tras la recuperación económica en un repunte del negocio para el sector; por el contrario, pierde fuelle en número de visitantes y en el gasto que dejan, según la Encuesta de Turismo de Residentes publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística.
Aunque es pronto para valorar las causas de este descenso, hay un hecho constatado que revela el perfil del viajero nacional que llega a esta Comunidad: un 75% de los residentes españoles pernoctan en casas particulares y en muchos casos en viviendas de familiares. Este extremo provoca que el gasto del turista nacional que llega a la Comunidad autónoma sea notablemente inferior a la media. Castilla y León ha perdido posiciones en el volumen de negocio del sector en un contexto nacional de repunte económico de la actividad.
Es pronto para asegurar que este retroceso en viajeros y en gasto del sector se consolide, pero estos síntomas deben servir para anticiparse, analizar las causas y adoptar medidas a corto, medio y largo plazo.
No obstante, es preciso que las administraciones asuman que el mayor potencial de crecimiento está en la atracción del turista extranjero. Las fortalezas para competir con otras comunidades, incluso con las de sol y playa, son más que evidentes para el turismo internacional: patrimonio natural e histórico-artístico, gastronomía, cultura, enoturismo... y por supuesto un turismo rural de calidad y reconocido dentro y fuera del país.
Se trata de activos con muchas oportunidades y posibilidades de crecimiento en todas las provincias. Además, la apuesta por el turismo de congresos, máxime con el refuerzo de la llegada de la alta velocidad a nuevas ciudades, supone un estímulo de primer nivel para atraer visitantes con alto nivel adquisitivo.
El turismo ha sido uno de los sectores menos debilitados en la crisis y a ello han contribuido la potente oferta de la Comunidad autónoma y la reconocida calidad del sector. Sin embargo, es preciso explorar nuevas posibilidades y analizar aquellos aspectos que puedan contribuir a debilitar al sector. La cooperación y la comunicación de las administraciones y el sector privado resultan imprescindible para avanzar en nuevas estrategias que eviten cualquier retroceso en el contexto nacional. Las potencialidades del turismo regional deben servir para que el sector gane peso en el PIB regional. Sobre todo, para reforzar su apuesta en el medio rural y su contribución a fijar población. Castilla y León tiene los suficientes atractivos para evitar que se consolide cualquier atisbo de pérdida de peso del sector.