La subida del precio de la vivienda invita a la reflexión
EL INSTITUTO Nacional de Estadística difundió ayer la evolución del precio de la vivienda que deja a Castilla y León en lugares intermedios de la tabla. Según el INE, los pisos subieron en la Comunidad autónoma un 4,9% en el primer trimestre en tasa interanual, casi dos puntos menos que la media española. La vivienda nueva aumentó por encima de la de segunda mano y también por debajo de la media nacional.
Estas subidas continuas del precio de la vivienda deben invitar a la reflexión porque los pisos se están encareciendo muy por encima del Índice de Precios al Consumo, lo que amenaza con una nueva burbuja inmobiliaria como la sufrida en los años previos a 2007 que, junto a otros factores, contribuyó a una de las mayores crisis que ha vivido este país.
Conviene analizar las razones de esta constante subida de precios de la vivienda. La reactivación de la economía española, la reducción de las tasas de paro, los bajos tipos de interés de los créditos y el uso de la vivienda como un objeto de inversión mucho más rentable que el ahorro bancario son algunos de los factores que están contribuyendo a este incremento del precio y a una recuperación progresiva del mercado inmobiliario.
Castilla y León no sufre todavía con la misma intensidad los movimientos especulativos que se están produciendo en ciudades como Madrid o Barcelona, donde el precio de la vivienda está ya en niveles de la precrisis. Sin embargo, si esta tendencia se mantiene no es descartable que en el medio plazo esta Comunidad autónoma sufra el mismo fenómeno.
La vivienda es un derecho antes que un objeto de inversión o especulación. El impulso a políticas de alquiler a precios razonables puede ser una vía para frenar el encarecimiento irracional de los precios. Para muchas familias, el endeudamiento que supone la compra de un vivienda resulta todavía insoportable. Y es a estos colectivos a los que deben dirigirse con más intensidad las políticas sociales de vivienda.
Para evitar males mayores como los que ha conocido este país, es preciso que las administraciones locales y la autonómica adopten medidas tendentes a evitar la especulación.
El estallido de la burbuja inmobiliaria redujo a niveles mínimos el sector del ladrillo con un desconocido nivel de paro. Es otro fenómeno a evitar. Aprovechar la recuperación para implantar políticas ordenadas de vivienda y acabar con las tentaciones de construir sin límite es una obligación.
La constante subida de precios por encima del IPC debe frenarse, aunque en esta Comunidad no sea aún un problema. De ahí la necesidad de abordan una reflexión por parte de las nuevas administraciones.