Diario de Valladolid

EVELIO ANGULO ÁLVAREZ

Y ahora qué

El autor considera que el marco político que han dejado las recientes elecciones autonómicas debe centrarse en el diálogo social entre los partidos para buscar el bien de la ciudadanía sin ataduras que vengan desde Madrid

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No se trata sólo de definir el qué hacemos en el escenario que han dibujado los resultados del proceso electoral que hemos vivido el pasado día 26 de mayo en Castilla y León. A partir de ahora se abre un espacio, muy intenso de negociación, en el que también es momento de decidir con quién, cómo y cuándo.

Se abre todo un conjunto de interrogantes que genera la actual situación, en estos momentos, en nuestra Comunidad Autónoma, pero conviene reconocer lo primero: el claro y contundente triunfo del Partido Socialista, y la debacle que han experimentado Podemos e Izquierda Unida (Por cierto, con la asunción inmediata de responsabilidades en este último partido, hecho extraño en el mundo político).

Por otro lado, hay que reconocer el asentamiento de la Unión del Pueblo Leonés y el hecho de que no se haya producido el tan deseado sorpasso de Ciudadanos al Partido Popular, y menos en su granero de votos, como siempre ha representado Castilla y León para este partido; finalmente, hay que tener en cuenta la irrupción de Vox en el Parlamento de la Comunidad Autónoma.

Ésta es, sucintamente, la descripción de la realidad nos guste o no, pues es lo que ha decidido el pueblo Castellano y Leonés, tras más de 2 meses de intenso debate electoral e incluso preelectoral; en definitiva, son unos hechos que van a marcar nuestro futuro en los cuatro próximos años, tanto en el marco estatal como en el marco autonómico y municipal.

Desde la perspectiva que representa ser uno de los actores del diálogo social, creemos que este instrumento que tenemos a nuestra disposición en nuestra Comunidad Autónoma y que posibilita un avance constatable en la cohesión social, debe ser uno de los ejes fundamentales del programa de gobierno de esta Comunidad Autónoma.

Aquellos partidos que adquieran el compromiso claro de seguir avanzando en un modelo de democracia participativa, que ha recibido no solo el reconocimiento en el conjunto del Estado, sino también en el marco internacional, OIT, etc., tendrán que avanzar en una profundización del Dialogo Social orientada a establecer acuerdos con los interlocutores sociales, que determina la Ley 8/2008, en asuntos estratégicos como son los servicios sociales, la política económica, la política industrial, la política laboral, etc., que permita conseguir erradicar los problemas que tenemos actualmente.

No podemos poner en peligro los avances que ha provocado el diálogo social, no debemos ser rehenes de pactos en el marco estatal, y quedar reducidos a ser un cromo más en el intercambio de alcaldías y presidencias de Comunidades Autónomas; esta comunidad autónoma, los más de 2.400.000 habitantes de Castilla y León, merecemos un respeto y los partidos que conforman el Parlamento Autonómico deben gozar de la autonomía plena para poder alcanzar los pactos que sean necesarios, pensando siempre en el bien de la comunidad y no en la estrategia política que desde Madrid se pueda dictar. No estamos en la África de 1884 donde los colonizadores europeos, reunidos en Berlín, se repartieron este continente, estamos en Castilla y León, estamos en el siglo 21.

Por tanto ahora no se trata solo de definir qué hacemos en el escenario que se ha creado en Castilla y León después de las elecciones autonómicas, sino también escoger con quién, cómo y cuándo; ahí residen el conjunto de interrogantes que la actual situación genera en estos momentos en nuestra Comunidad Autónoma, y de modo que nuestros representantes políticos deben convertirse en garantes de su ámbito de representatividad y, por supuesto, gozar del respeto de sus dirigentes nacionales, actuando con la madurez necesaria para defender aquello que sea adecuado para los ciudadanos que representan.

No podemos estar al albur de los caprichos, o ingenierías políticas de aquellos que quieren, desde la distancia, determinar quién, cómo y cuándo va a dirigir los designios de esta Comunidad Autónoma, porque lo que sí que tenemos claro es que quien tenga la responsabilidad de conformar equipo de gobierno debe fijarse como objetivo mejorar las condiciones de vida de nuestros conciudadanos, mejorar la educación, la sanidad, la política económica y fiscal, la política industrial, luchar contra la despoblación, que tan duramente está afectando a nuestro territorio, especialmente el mundo rural; deben mejorar los servicios sociales, y aunque en algunos parámetros de análisis sobre educación, servicios sociales, etc., estemos en posiciones avanzadas respecto de la media nacional, no nos podemos conformar con ser el tuerto en el país de los ciegos, pues todavía nos falta visión por el otro ojo. y En esa línea tenemos que alcanzar un compromiso político que permita desarrollar una acción de gobierno basada en la democracia participativa; en este sentido, contamos ya con un bagaje de práctica del Diálogo Social que no se debe desaprovechar.

Ahora, más que nunca, qué, quién, cómo y cuándo, pero pensando en Castilla y León.

Evelio Angulo es Vicesecretario General de UGT Castilla y León

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