La Junta debe aclarar las dudas de Competencia sobre las DO
LA COMISIÓN Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha impugnado antes el Tribunal Superior de Justicia de Castilla yLeón (TSJ) el artículo del reglamento de las denominaciones de origen (DO) y de las indicaciones geográficas de calidad alimentaria (IGP) que reserva en exclusiva a los consejos reguladores y a la indicaciones geográficas el control de que los productos cumplen con las características y requisitos de calidad exigidos.
Este organismo público, independiente de los gobiernos, considera que reservar las tareas de control a los consejos reguladores impone restricciones a la competencia que no están justificadas y esta falta de competencia puede conducir a un encarecimiento de los productos agrarios y alimenticios y a que dichos controles sean de peor calidad, perjudicando a consumidores y usuarios.
La CNMC asegura que antes de llevar el caso al TSJ envió un requerimiento a la Junta para que justificase esta regulación o en caso contrario la anulase por ser «anticompetitiva». Según este organismo, que está sometido al control parlamentario, la Junta no contesto al requerimiento y por eso ha presentado un contencioso-administrativo. La Junta alega que sí respondió a este requerimiento y defiende la redacción del polémico artículo 49.
La CNMC considera que en las denominaciones de origen y en las indicaciones geográficas de carácter supraautonómicas no se produce esta reserva exclusiva de control.
La Junta de Castilla y León debe ponerse en contacto con la CNMCpara aclarar en primera instancia la discrepancia sobre la respuesta o no al requerimiento. En segundo lugar, debe responder al fondo del asunto y explicar las razones que le han llevado a que esas tareas de control de calidad de los productos se haga por los mismos que forman parte de las empresas, cuando a nivel supraatonómico se da entrada a agentes externos.
El asunto no es baladí porque Castilla y León es una potencia agroalimentaria de primer nivel en España y de creciente prestigio en el mundo. Las dudas y cuestionamientos de la CNMC requieren aclaraciones para evitar que enturbien el buen nombre de los numerosos productos acogidos a Denominaciones de Origen o Indicaciones Geográficas Protegidas.
En estos casos, la máxima transparencia favorece a todos y si se puede evitar que el recurso siga en los tribunales el sector saldrá ganando.
En cualquier caso, están en juego los intereses de las empresas y de los consumidores, que no son incompatibles. También, el de un sector con notables fortalezas en la economía regional y con claras oportunidades de crecimiento precisamente por la calidad de sus productos.