UNIÓN ARROYO
Un equipo en el ascensor
El equipo vallisoletano se juega este fin de semana el primer envite de la fase de ascenso a Segunda B ante el Castro Urdiales sólo un año después de perder la categoría
Los jugadores delUniónArroyo celebran con el equipo técnico y los antiguos delegados y entrenador su última victoria antes de afrontar el ascenso a 2ºB.-EL MUNDO
El Unión Arroyo se bajó el pasado año en el piso equivocado y ha vuelto rápidamente al ascensor para enmendar el despiste. El equipo vallisoletano vive estos días con un dedo en el botón del tercer piso del fútbol sala español, la Segunda B; un piso con suelo de bronce en el que se quiere instalar.
No han pasado 365 días y la fotografía ha dado la vuelta 180 grados. Las lágrimas se convierten en carcajadas en el pabellón Antonio Garnacho, lugar en el que se ha trazado el plan de reconquista de la Segunda B. Un camino que se ha convertido en una marcha triunfal para los hombres de Víctor Bartolomé, que sólo han perdido dos partidos en una temporada regular que conquistó con tres jornadas de antelación.
Ahora toca enfrentarse en un combate cara a cara con su último muro antes de levantar los brazos en señal de victoria. El rival llega regado por el Cantábrico y, es que, el Unión Arroyo se jugará su destino contra el Castro Urdiales cántabro. El primer envite será este fin de semana a las 18.00 horas en el Antonio Garnacho. La definitiva vuelta tendrá lugar en Castro Urdiales el fin de semana del 18-19 de mayo, en un horario aún por definir.
El entrenador del equipo reconoce que llegar a esta casilla con el dado en la mano son los «frutos del trabajo y del sacrificio» de un grupo humano que se empezó a perfilar hace años con una escuela; un lienzo al que cada año se le ha ido dando nuevas pinceladas hasta convertirlo en una humilde obra de arte.
Será la primera vez que elUniónArroyo se enfrenta a un playoff. Hace dos años, cuando se consiguió el anterior ascenso, la clasificación fue directa. «Espero que la gente deje la festividad y cargue las pilas. Creo que van a estar motivados y centrados. Luego saldrá lo que sea. Los playoff son un cara o cruz, pero hay que bregarles y no ponernos nerviosos, porque sabemos cómo funciona esto. Hay que pelear, porque es el último arreón», advierte Víctor Bartolomé.
La presión, el poderío y la pegada, unidas a un equilibrio entre ataque y defensa, se ha convertido en la fórmula del éxito en Arroyo de la Encomienda, que servirá sus mejores armas para anular a «un equipo joven y bien trabajado que ha barrido en Cantabria», como es el Castro Urdiales. El Unión Arroyo decidirá su futuro en dos partidos. De ellos se sabrá si el curso próximo el equipo de Arroyo volverá a servir los derbis locales contra el Tierno Galván y la Medinense en Tercera o contra la Universidad de Valladolid en Segunda B.
Arroyo se ha convertido en un pequeño oasis en el fútbol sala local. Lo fue en los años del Filasa-La Flecha, a finales de los 90, cuando disputaron varios años en la tercera categoría nacional, ante de la fusión que dio lugar al Unión Arroyo. Ese equipo evolucionó y este curso se ha reforzado dentro y fuera del parqué, donde se ha dado forma a un staff técnico con Virgilio Benito, Luis Ángel López, Fernando García ‘Garci’ o Rodrigo Cid, como preparador físico.
Con todos estos mimbres, el Unión Arroyo ha dado forma a un equipo ganador dentro del campo donde está a dos pasos de un ascenso que se tiene que certificar en la cuenta bancaria. Ascender cuesta cerca de 35.000 euros. Patrocinadores como Aquona, AGC o la ayuda del Ayuntamiento de Arroyo necesitan refuerzos. y compromiso: «Tenemos un mes para ver si pequeñas empresas aportan ayudas económicas, pero también es importante el compromiso de la plantilla. Compromiso con mayúsculas. Si lo hay, salimos. La última vez lo hicimos con el 80% del presupuesto. En vez de comer el menú del día comeremos de tupper. Eso también es compromiso», subraya Bartolomé.
Fin de fiesta con homenaje a Chavi Hernández
El Unión Arroyo quiso despedir la temporada en su casa brindando por Chavi Hernández. El que fuera su delegado durante el pasado curso en 2ªB tuvo que dejar su cargo por problemas de salud. El equipo le quiso abrir la puerta de nuevo y compartir con él la ilusión de poder volver a la categoría de bronce del fútbol sala nacional. Lo hizo con un sentido homenaje en el que se le hizo entrega de una plaza, una camiseta con su nombre y una parca de invierno para que no olvide que es parte del equipo. «Sin duda se lo merece», subraya Víctor Bartolomé.