Diario de Valladolid
Publicado por
Redacción de Valladolid
Valladolid

Creado:

Actualizado:

Para sorpresa de muchos, el mundo rural ha entrado en la conversación nacional en los últimos tiempos. Programas especiales, debates, libros y tertulias parecen haber descubierto una realidad apasionante, que nunca había dejado de estar allí. Los que llevamos años –toda una vida– defendiendo y disfrutando del mundo rural, bien lo sabemos. Lo que nos sorprende es que algunos hayan pasado tanto tiempo de espaldas a él, ignorándolo. Y es que, parafraseando a Machado, hay algunos que desprecian cuanto ignoran.

Algunos de estos recién llegados al debate sobre el mundo rural tienen una visión estereotipada de él, que no se corresponde con la realidad.

Frente a esa España rural irreal y caricaturesca, es necesaria hoy más que nunca la defensa de un medio rural lleno de oportunidades, lleno de futuro.

Soy ingeniero agrónomo vocacional y también licenciada en Derecho. Comencé mis estudios con el propósito de contribuir a nuestro medio rural. De llevarle oportunidades a través del desarrollo del sector agroalimentario español. Sector del que, como he tenido oportunidad de manifestar en numerosas ocasiones, estoy orgullosa y enormemente confiada en su gran potencial. Por ello, me siento especialmente honrada y afortunada por haber podido dedicarle más de 10 años de mi vida profesional, la última de mis responsabilidades, como ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Y desde un partido, el PP, siempre volcado con el campo español.

Baste recordar a ministros como Loyola de Palacio o Miguel Arias Cañete, cuyo desempeño fue determinante en la modernización y profesionalización de la agricultura española, en la defensa de la PAC, y como consecuencia, en la mejora sustancial de la renta agraria, es decir, del nivel de vida de los agricultores españoles. Pero siendo importante para el medio rural el sector alimentario, al que el PP siempre dedicará una atención prioritaria, pues la agricultura es la principal actividad económica de 7000 de los 8000 municipios españoles, nuestra ambición para el medio rural va mucho más allá. Nosotros concebimos el medio rural como un espacio absolutamente necesario para el desarrollo armónico de la sociedad española. Dotado de los servicios que lo hagan habitable. En el que los jóvenes, los hombres y las mujeres que así lo decidan, puedan desarrollarse como personas, encuentren su mejor forma de vida en la España del Siglo XXI, ejerciendo las actividades que consideren adecuadas a su capacidad y preparación. Sin heroísmos.

Tengo el honor de haber formado parte del Gobierno que situó en primera línea de acción política la lucha contra la despoblación en España. En 2017, de la mano de las Comunidades Autónomas, acordamos la elaboración de una Estrategia Española frente al Reto Demográfico y desde el Gobierno creamos un Comisionado para este cometido.

Estamos abordando un reto de una enorme complejidad, que tiene múltiples vertientes. La demográfica es quizá la más evidente. Tenemos la suerte de tener una de las esperanzas de vida más altas del mundo, pero sufrimos una de las tasas de natalidad más bajas del mundo, lo que nos convierte en un país envejecido y supone un verdadero desafío para nuestro sistema de salud, de bienestar y nuestras pensiones.

Sin embargo, me gustaría centrarme en los retos del mundo rural desde el punto de vista de su modelo de vida y del desarrollo económico y social, de las oportunidades que puede ofrecer para los jóvenes, para las mujeres. En definitiva, de lo que es el mundo rural para nosotros, una España rica en cultura y en tradiciones, y abierta al futuro, en la que creemos y a la que queremos escuchar para poder aportar las mejores soluciones, desde el punto de vista político, económico y social, conscientes del papel destacado y positivo que los hombres y mujeres que habitan el medio rural deben jugar en la sociedad española, complementando al entorno urbano, ya que ambos se necesitan.

Unos y otros, para ser atractivos y retener a las poblaciones que los habitan, necesitan potenciar sus posibilidades de desarrollo que, en ningún caso, deben darse por agotadas.

Máxime si se tienen en cuenta el fenómeno de la globalización y los avances tecnológicos que están configurando una nueva manera de vivir en sociedad, hasta identificarla ya como la sociedad de la información y el conocimiento.

En estas nuevas circunstancias, las posibilidades que puede ofrecer el medio rural, si se le dota de las infraestructuras necesarias para hacerlo más competitivo desde este importante punto de vista, puede contrarrestar al medio urbano como lugar preferente de desarrollo personal, habida cuenta de sus costes desorbitados de mantenimiento, y en muchas ocasiones, de pérdida calidad de vida.

Si hablamos de progreso y futuro debemos abordar, en primer lugar, la cuestión el empleo. En el Partido Popular sabemos bien que no hay mejor política social que la creación de empleo; por ello es nuestro principal compromiso con los españoles. Y para fomentar el empleo creemos que es necesario un entorno fiscal y laboral especialmente favorable, que permita al medio rural competir y ser atractivo, para aquellos jóvenes y mujeres que quieran construir un proyecto de vida aprovechando las ventajas del mundo rural y su contacto con la naturaleza, sin tener que sufrir desventajas.

En un mundo hiperconectado, donde la inmediatez en las comunicaciones y la prestación de muchos servicios se ha convertido en la norma, resulta fundamental que nuestros territorios rurales se conviertan en territorios inteligentes. Territorios conectados al mundo y al futuro hacen que hoy, nada tenga por qué ser remoto.

El acceso a Internet de calidad es hoy la puerta a la igualdad de oportunidades y la condición indispensable para llenar la España rural de gente joven y de familias. Por eso, tenemos que abrir nuevas posibilidades de digitalización en todos los ámbitos, especialmente en los más importantes, como los servicios de salud en línea, la formación a distancia o el teletrabajo. O una mayor capacidad de gestionar nuestro medio ambiente, avanzando hacia un modelo más sostenible de economía circular.

Y con ello, también, posibilitar la modernización del sector empresarial, desde el sector agroalimentario hasta el turismo rural, incentivar la incorporación de nuevos proyectos emprendedores y permitir la comercialización de productos desde y hacia los núcleos rurales. Internet lleva la ‘aldea global’ a nuestros pueblos al tiempo que les proporciona un escaparte ante el resto del mundo. Contribuye a corregir el aislamiento de las zonas rurales, a reducir distancias físicas y a recortar brechas injustificables.

Al igual que elevamos a primera línea política el reto demográfico, lo mismo hicimos con la digitalización del medio rural, al aprobar en 2018 el Plan 300x100. 300 Megabits por segundo para el 100% de los núcleos de población. Y, para quienes viven fuera de los núcleos de población, aprobamos un plan complementario, que les garantiza el acceso a Internet de alta velocidad. A estas iniciativas se suman a otras como el Plan Nacional de Territorios Inteligentes, para impulsar el uso de las tecnologías de la información y la comunicación en las zonas rurales. Sin escatimar recursos para estos objetivos, irrenunciables para nosotros. Tristemente abandonados por este efímero gobierno, y que nosotros recuperaremos sin duda.

Movilizar todas las potencialidades, confiar en las enormes capacidades de las personas que habitan el medio rural, y que se esfuerzan cada día para sacar adelante su vida, su tierra y sus familias. Es obligado dotarles de todas las herramientas e incentivos, para llenar de oportunidades la España rural. Que es una España real. Es nuestra esta ambición y seguiremos trabajando para garantizar la igualdad de oportunidades de todos los españoles, allá donde habiten.

tracking