Diario de Valladolid

EDITORIAL

La economía lanza mensajes que deben tenerse en cuenta

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LA ECONOMÍA SE ralentiza. Así se desprende del último informe de Contabilidad de la Comunidad, que acaba de hacer público la Consejería de Economía y Hacienda. En el mismo, además, se indica que ya se había frenado el año pasado de no haber sido por el maltratado sector primario, la agricultura, que tiró de la misma hacia arriba.

Unos datos que tienen que hacer que pensar a las administraciones y, sobre todo, a las políticos ante la inestabilidad que se está generando. Los cifras económicas, los macro porque las micro, las de las familias continúan aún sin ver esa cacareada recupeación, comienzan a lanzar señales de alerta que no deben echarse en saco roto o se corre el riesgo de volver a caer en los mismos errores que desembocaron en la grave crisis de la economía, que ahora parece comenzar a superarse.

Y lo mismo puede decirse del paro, que cuyos datos también acaban de darse a conocer. Según lo publicado por el Ministerio de Trabajo, Castilla y León gana en un mes 2.804 cotizantes trabajando, lo que supone un ligero repunte del 0,31%, sólo siete décimas por debajo del promedio de España. Si se echa la vista atrás, son 12.200 cotizantes más de los que contabilizaba la Comunidad en febrero de 2018. Eso equivale a haber ganado en un año un 1,37% de afiliados.

Con esto, la cifra global de afiliados a la Seguridad Social se sitúa en la Comunidad en 905.711. No se alcanzaba esa cifra desde febrero de 2011. Sin embargo, el ritmo de creación de empleo en Castilla y León fue más lento que el observado a nivel nacional. Todas las provincias castellanas y leonesas concluyeron febrero con una tendencia al alza en relación a enero y con respecto a febrero de 2018, salvo Palencia y Zamora que despidieron a afiliados. Hubo más cotizantes y menos parados. Más abultado fue el recorte si se analiza cómo era la situación en la Comunidad en febrero de 2018. En un año, Castilla y León ha aminorado el peso del desempleo en 11.563 personas hasta situarlo en 151.328 –la cifra más baja desde 2009–. Ese tijeretazo del 7,1% fue dos puntos por encima de la media de España y coloca a Castilla y León como la sexta autonomía que borró de sus listados a un mayor porcentaje de desempleados en el cómputo anual.

Son datos que demuestran el desequilibrio que presenta la Comunidad, con provincias que crecen y que lo hacen a buen ritmo y otras que siguen contando en negativo sus datos de empleo. Desequilibrios que continúan sin corregirse o, al menos, no lo hacen como se podía prever con las políticas que se anuncia. Si a eso se le añade la elevada temporalidad de los contratos, que se traduce en precariedad en el empleo, resulta evidente que los mensajes de la economía deben ser escuchados.

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