El talento se exporta

Hablar de fútbol sala en Valladolid es hacerlo del Valladolid Tierno Galván. La unión llevada a cabo hace dos años entre el Valladolid FS y el Tierno Galván ha sido un éxito y el club con sede en el barrio de Parquesol se ha convertido en todo un referente. No en vano, en los pasados Premios Valladolid Ciudad Deportiva el Ayuntamiento le otorgó el de segundo mejor club local, junto a su sección de baloncesto, como «ejemplo del club base local con numerosos equipos de fútbol-sala y baloncesto en sus diferentes categorías».

Todo va sumando. Cada año se van dando más pasos. Aunque el número de equipos, 18, y de licencias, más de 200, se mantiene ya que por cuestiones logísticas (lugares de entrenamiento) tampoco se pueden dar pasos agigantados. «Somos el hermano pequeño del fútbol y que se dé visibilidad a nuestro trabajo nos ayuda a tener más participantes, a poder pedir ayudas a los organismos públicos y entidades privadas», relata Sergio Toral, uno de los tres coordinadores del club junto a Miguel Martín y Rodrigo Cid.

De los 18 equipos, dos compiten a nivel nacional (Tercera y División de Honor juvenil) , cuatro en regional (infantil y cadete) y el resto en ligas provinciales. «No nos planteamos objetivos deportivos, lo importante es seguir dando continuidad a este proyecto. De nada me vale ganar cuatro ligas si dentro de cinco años somos la mitad de jugadores», afirma. Reconoce que en los últimos años se ha notado «el descenso de la natalidad» y por eso tienen que realizar campañas de captación de jugadores, aunque «el boca a boca» sigue siendo el mejor reclamo. «Muchos vienen recomendados por otros compañeros o incluso por padres que recuerdan su estancia aquí», recuerda. El 60% de los jugadores son de Parquesol aunque cada vez vienen de otros barrios, ya que «entienden que somos el referente, tanto por número de niños, que somos los que más, y luego también de competición».

Sin ir más lejos los cadetes Rubén Paniagua ‘Pani’ y Mario Vaquero y el juvenil Javier Paniagua disputaron en Huelva la fase previa del Campeonato de España Sub16 y Sub19 con la selección de Castilla y León.

Toral asegura que los objetivos para el futuro siguen siendo los pilares que les han llevado hasta aquí. «Continuar compitiendo en las ligas regionales, seguir aumentado el número de participantes y formando jugadores y entrenadores que puedan educar y formar en valores educativos y personales».

A nivel deportivo, la mira está puesta en ganar alguna competición regional, algunos equipos están muy bien situados para hacerlo, y poder organizar el Campeonato de Castilla y León, posteriormente , si se triunfa, poder alcanzar billete para los Nacionales. «El resultado no es secundario, pero sí tenemos dificultades para enfrentarnos con clubes con mayores presupuestos, lo importante es vivir la experiencia y continuar con el crecimiento», apunta. También destaca el Torneo que se celebra a finales de temporada y donde se dan cita varias de las mejores canteras nacionales en el polideportivo Lalo García, y asimismo, las salidas que los propios jugadores realizan a competiciones de primer nivel a lo largo de toda España.

En la tabla, el equipo juvenil ocupa la cuarta posición en el grupo 2; el cadete, tercero con 14 victorias y solo tres derrotas; el infantil ocupa el octavo puesto en competiciones regionales. Mientras que a nivel local, el alevín es egundo y el benjamín lidera la tabla tras ceder solo un empate en las diez primeras jornadas.

Aunque no tienen equipos femeninos, sí mantienen una línea de filialidad con el Universidad de Valladolid. «Estamos muy interesados y muchas jugadoras están allí». Una situación que sirve de referente, tanto para las chicas como para los chicos y el equipo de Segunda B. Y partir de esta temporada el VTG se ha convertido en exportador. Dani Martín e Iñaki Bayón juegan esta temporada en la liga italiana. La cantera les vio crecer con tan solo siete años y ahora triunfan en el extranjero.

Martín empezó con siete años en el Tierno Galván, y tras pasar por Arroyo en Tercera, dio el salto para jugar hace cinco temporadas en el Universidad de Valladolid de Segunda B. Ahora milita en el Atlante Grosseto, un club de la Serie A2 -equivalente a la Segunda española- en la zona de Toscana. Por su parte, Iñaki Bayón, ‘Iña’, juega esta temporada en el Barletta, equipo que milita en la Serie C, una categoría del fútbol transalpino.

Tras 15 años vistiendo la camiseta tiernista, es su primera experiencia profesional, aunque ya sabe lo que es jugar en un equipo de nivel, puesto que debutó en la Tercera División española siendo nada menos que jugador de categoría cadete, y en la Segunda B, en el Universidad de Valladolid, como juvenil.

Seguramente no serán los únicos. «Todo su trabajo se ha visto recompensado con estas oportunidades que son de crecimiento personal», afirma el coordinador que agradece el apoyo de todos los padres del club con la intención de seguir siendo el referente del ‘futsal’.