De hacer las maletas a estandarte

Con la misma ilusión que tiene un niño cuando vive su primer día de colegio. Con la fascinación con la que se hace la mochila para conocer a un grupo nuevo de compañeros. Así fue el estreno de la vallisoletana Noelia Pariente en la Liga Femenina 1, la elite del baloncesto femenino. A sus 22 años (04/12/1996), ha gozado de esta oportunidad tras fichar el pasado mes de diciembre por el conjunto zamorano de Quesos Pastor.

A Pariente se le ve que disfruta con el balón en las manos. Como cuando era una niña y jugaba en el colegio San Juan de la Cruz de su Medina del Campo natal, es feliz botando y con una canasta. Esa ilusión y felicidad la transmite en la pista a los aficionados. La vallisoletana ha visto cumplido el sueño de cualquier deportista cuando recibió la llamada desde Zamora. En ese momento se encontraba en Valencia jugando en Liga 2 en el Claret, pero tuvo claro que haría las maletas. «Decidí venirme porque es una oportunidad que no se puede dejar escapar, quizás sea la única oportunidad que tenga de jugar en la elite y no quería desaprovecharla», detalla.

Pariente es una ala-pívot de 183 centímetros que se ve reflejada en la figura de Felipe Reyes. «Me gusta mucho su forma de jugar, me identifico con él por mis cualidades», afirma. Y es que la de Medina asegura que en la cancha es «muy luchadora, siempre peleona y sin dar un solo balón por perdido».

Su estreno en la máxima categoría del baloncesto femenino fue por todo lo alto, en todos los aspectos. Se midió al campeón Perfumerías Avenida de Salamanca. «Era el peor rival, pero también es cierto que es un partido que gusta mucho jugar», afirma. Y ella disfrutó en los más de 20 minutos (con seis puntos incluidos) que su entrenador le concedió. «Fue un sueño, al principio estaba nerviosa porque no me esperaba salir tan pronto, pero con los minutos estuve más tranquila y fue muy emocionante porque me vi arropado por la grada, mis compañeras y mi entrenador», recuerda. La lógica imperó y el derbi se fue para Salamanca.

La vallisoletana comenta que notó el cambio de jugar en Segunda a Primera. «Cambia mucho. Es un juego mucho más rápido, no tiene nada que ver, además las pívots a las que me enfrento son muy poderosas». Pariente tiene claro que su objetivo es «aprender y mejorar», y aunque ha firmado por lo que queda por temporada, intentará hacerse «un hueco» para poder continuar la próxima campaña.

En Zamora se encontró con su paisana Celia García Paunero, «me ha venido muy bien», apunta. La hija de Paco García sigue acumulado experiencia y se convertió en la mejor cicerone, aunque poco podrá disfrutar de su compañía ya que el pasado lunes anunció su marcha a Vigo, de nuevo a la LF2. Por lo que a partir de ahora tendrña que defender el honor local en el baloncesto femenino. «Es cierto que se echa de menos a más jugadoras, la lástima es que no haya un club de Valladolid en la elite porque podría servir de referencia y seguro que habría muchas más porque hay mucha cantera como se ve en los colegios, y así que no tendrían que irse a otros clubes», lamenta Pariente.

Tras las derrotas contra Perfumerías y Gernika, espera otro hueso duro de roer, Girona. «El calendario no ha sido muy amigo», bromea, pero adelanta que después de jugar contra los gallitos será el momento de «comenzar a sumar victorias» para poder salir de los puestos comprometidos de la clasificación después de sumar cinco derrotas consecutivas.