Gobierno y Junta deben actuar ante la decisión de Azucarera
LA AMENAZA DE Azucarera Iberia de dar al traste con el Acuerdo Marco Interprofesional (AMI) de manera unilateral y sin negociación posible alguna con cualquiera de los que forman parte del mismo, organizaciones agrarias y administración, es ya una realidad que pone en jaque al fructífero sector remolachero de Castilla yLeón y a las fábricas molturadoras de la Comunidad, principalmente la leonesa de La Bañeza y la burgalesa de Miranda.
Ruptura porque sí del AMI por parte de Azucarera que, tal y como adelantó EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN, significa el recorte en las ayudas a los agricultores. La excusa no es otra que la bajada del precio del azúcar, pero siendo eso cierto no lo es menos que cuando el precio estuvo más elevado y la industria azucarera ganaba millones de euros nunca repercutió parte de ese beneficio al productor remolachero, además de seguir beneficiándose de las ayudas de las administraciones vía pago acoplado y PDR.
Castilla y León es, todavía hoy, el principal productor de remolacha del país. Un liderazgo y un sector que ahora está en riesgo por la decisión discrecional de los británicos de AB Sugar, propietarios de Azucarera Iberia. Este plante exige que se actúe por parte del Gobierno y de la Junta. Una vez más, está en riesgo el sector primario, que sigue siendo vital para la economía de la Comunidad, además de centenares de empleos que van ligados a las molturadoras de Castilla y León, Toro, Miranda y La Bañeza, ahora en jaque, principalmente dos últimas.
Aquí ya no valen las buenas palabras. Es necesario actuar, desde el diálogo, pero actuar. Gobierno y Junta, Ministerio y Consejería, tienen que ponerse manos a la obra para evitar que Azucarera dé al traste con la producción de remolacha en Castilla y León. Los sindicatos agrarios, todos si excepción, rechazan la pretensión de Azucarera y alertan que su intención es llevar la situación al límite para tener una excusa para irse de Castilla y León.
Primero fue el intento de monopolizar el sector a través de la sociedad Agroteo, de la que Azucarera es accionista mayoritario, y ahora un ‘lo tomas o lo dejas’ que fuerza al agricultor a abandonar el cultivo. Y todo sin alternativa ni plan alguno, más allá que el de ya te subiré el dinero si el precio del azúcar repunta.
Y eso al finalizar la campaña. Condiciones que invitan a no sembrar. De ahí que las organizaciones agrarias se pregunten abiertamente si no es eso lo que está buscando Azucarera, la excusa perfecta para cerrar, irse y quedarse sólo con su refinería de Jerez, en la que producen todo el azúcar de caña.
Está por ver si el Ministerio y la Consejería se han percatado. De no haberlo hecho, porque Azucarera ha actuado a espalda de todos, aún están a tiempo de actuar y es obligado que lo hagan.