Diario de Valladolid

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ANDAN revueltos los monos de Berbería. Ya saben, los macacos de Gibraltar, que danzan espontáneos y pizpiretos por ese Peñón que se empeña en simular la mayor academia de inglés de Iberia. Consumado el Brexit, dialogan los primates sobre si algún día llegará el momento en el que, ni británicos ni españoles, gobiernen ellos el territorio en el que los impuestos fueron declarados non gratos.

Tal y como está el patio, si las tesis animalistas siguen dando mordiscos a la razón y la cordura, no tardaremos en ver a Pedro Sánchez concediendo el derecho al voto a determinadas especies de la naturaleza. Los macacos del Brexit saben fumar y han demostrado reiteradamente su indisimulada facilidad y gracia en el hurto de bolsos y otros aparejos de lugareños y, sobre todo, turistas. Pues si consumen tabaco y cometen delitos, quién, en su sano juicio, puede negarles lo que hasta ahora es privilegio de humanos. Incluso, de los humanos menos humanos.

Andrés Trapiello, escritor leonés de Manzaneda de Torío, mente luminosa y ánimo equilibrado, por lo que leo en la entrevista que se publicó el pasado sábado aquí, en EL MUNDO, ha cogido bien el hilo de este tipo de cuestiones. Se preguntaba, pese a ser el entrevistado, sobre qué sucede en una sociedad, hablaba de Madrid, cuando en una votación queda por delante el partido animalista que la lista que encabezaba el filósofo Fernando Savater.

Nada diferente a que la izquierda (sobre la que habla con rotundidad pues en su juventud navegó los espumosos mares del Maoísmo, ahí es nada…) en Cataluña de modo rotundo, y en otras zonas de España de manera menos acusada, vayan de la mano con el nacionalismo burgués y supremacista.

Una gran parte de la humanidad no sabe lo que quiere. Salvo que destruir goza del (imbécil) prestigio de lo alternativo y lo anti. Obligar (pues no deciden) a los animales a que se arroguen los derechos y capacidades que les son ajenas no es sino un acto de abdicación del sentido común. Por otra parte, algo no tan lejano a la realidad cognoscitiva de quienes nos gobiernan.

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