A plazos
NUEVO Gobierno, mismos retrasos. Nada cambia en todo lo que tiene que ver con las infraestructuras de la Comunidad. Dice el alcalde Valladolid, Óscar Puente, que espera que la cumbre hispano-lusa que acogerá mañana la capital vallisoletana sea un impulso para las infraestructuras con el país vecino. A ver si es verdad y su Gobierno le escucha e impulsa definitivamente esa Autovía del Duero que, ejecutivo tras ejecutivo, permanece varada en anuncios, plazos y promesas que nunca se cumplen.
Pero no es la única gran obra que los castellanos y leoneses ven cómo se dilata en el tiempo, acumulando años y años de trabajos interminables que nunca llegan a su fin. Ahí están el AVE a Burgos, la velocidad de AVE para el trayecto hacia León, desaparecida del mapa cual conejo de la chistera de Tamariz, como por cierto esa doble vía que ya verán como nunca se llegará a hacer; la Variante de Pajares, inundada primero y ahora enfangada en si será mixta o de ancho europeo. Por no hablar de la Valladolid-León, cuyo tramo central va camino del récord guinnnes de dejadez política, al igual que la integración de Feve en la capital leonesa.
Parecía que con la salida de Íñigo de laSerna del Ministerio de Fomento, sin duda uno de los peores ministros para esta tierra, y el aterrizaje de José Luis Ábalos todo iba a cambiar. Nada más lejos de la realidad. La grandes obras de Castilla y León, esas que llevan años exigiendo y que son vitales para su desarrollo, continúan empantanadas o, en el mejor de los casos, al tran tran.
Castilla y León, los castellanos y leoneses exigen certezas sobre cuándo van a poder ver el final de todas estas infraestructuras. No puede ser que después de más de 20 años de trabajos y de plazos incumplidos ni una sola de estas grandes obras esté finalizada.La cumbre hispano-lusa y, mucho más, el próximo encuentro entre los presidentes Pedro Sánchez y Juan Vicente Herrera tienen que servir para relanzarlas.
El momento de las fotos y de los apretones de mano ya pasó. Es hora de actuar y exigir al Gobierno de Pedro Sánchez que dé prioridad a unas obras que acumulan años de retraso sin justificación alguna. Y es que al ministro, más que Ábalos, va a haber que empezar a llamarle... A plazos.
Una cosa más, ¿por qué la deuda de Adif sigue siendo la excusa perfecta del Ministerio para no hacer los soterramientos de Valladolid, León o Palencia y no lo es para el de Murcia?