Diario de Valladolid

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Cerrojos del futuro

Los guardametas vallisoletanos seleccionados prosiguen un año más con el programa de entrenamientos de tecnificación / Se apuesta por el fútbol femenino

Los porteros y porteras elegidos por la Federación para formar parte de los entrenamientos de la Escuela.-J.M. LOSTAU

Los porteros y porteras elegidos por la Federación para formar parte de los entrenamientos de la Escuela.-J.M. LOSTAU

Publicado por
J. I. Fernández

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«Si los goles son la salsa del fútbol, las paradas son la esencia». Una frase que puede resumir la figura de los porteros en los clubes. El guardameta es ese hombre solitario, que incluso viste de manera diferente pero que tiene el poder de usar las manos. Su partido es un cara o cruz, ya que en un segundo se juega ser héroe o villano, amigo o enemigo. Cuando la mayoría de los futbolistas sueñan con marcar un gol, ellos lo hacen con pararlo.

Desde hace ocho años, la Federación de Castilla y León de Fútbol continúa con sus programas de tecnificación de entrenamientos específicos de porteros de las selecciones de Castilla y León. «Llevamos ya tiempo sembrando para que sea positivo y una realidad, y yo creo que los clubes han recogido que es importante añadir a su equipo de trabajo la figura del entrenador de porteros», aclara el director del área de porteros, Luis Tapias, quien fuera en su época portero del Real Valladolid y que vio nacer a ilustres de las porterías de los Anexos como Sergio Asenjo o Jacobo.

Se trata de una apuesta por esta figura y su especialización con este programa específico de entrenamiento donde los guardametas alevines, infantiles, cadetes y juveniles, tanto de fútbol masculino como femenino, entrenan en las instalaciones de Arroyo de la Encomienda. Para las dos primeras sesiones los guardametas vallisoletanos han sido Maxi San José, Miguel García, Álvaro Aceves, Fernando Pérez, Jorge García, Samuel Fernández y Unai Fernández del Real Valladolid CF; Rodrigo Tapias Pérez (CD Parquesol); Jorge Valentín (UD Sur); Saray Vázquez (CD Laguna); Carlota Alcalde (CD San Pío X), Alejandra Alonso (CD Villa de Simancas) y Hugo Calvo (CD Arroyo Pisuerga).

Los ojeadores de la Federación acuden a los partidos de cada fin de semana para posteriormente hacer la convocatoria. Una vez en Arroyo, las sesiones constan de dos partes. Una primera en el campo donde trabajan circuitos con contenido práctico de prevención para cuidar el cuerpo y juego con el pie. Y una segunda en sala, teórica, donde se hace hincapié en aspectos como ocasión, evitar remate, evitar gol y comenzar la jugada con criterio. Estas acciones se ven partidos grabados, en ocasiones hasta de los propios porteros, y todo ello con el objetivo de «sacar el mayor rendimiento».

Tapias reconoce que en la última década la figura ha cambiado por completo. «Los clubes se han dado cuenta de la importancia de hacer entrenamientos específicos y nosotros intentamos prolongar e intensificar ese trabajo», expone.

Tapias afirma que la principal carencia con la que llegan los arqueros a sus instalaciones es el juego aéreo. «Sigue siendo el más complicado», apunta, al mismo tiempo que enumera otro aspecto como el juego al pie, «tan importante en el fútbol de hoy en día». Para el director del área las «sensaciones son muy buenas» ya que el objetivo es «que sigan progresando tanto a nivel deportivo como personal». Además valora al «grupo bueno de profesionales que tiene la Federación».

La Escuela no es ajena al boom que vive el fútbol femenino. «Antes era muy complicado poder convocar a porteras, ya que se trataba de una jugadora reconvertida o alguna que hacia las dos cosas. Eso ha cambiado también y hemos notado una gran evolución» apunta.

Tapias cree que el nivel de la comunidad «es bueno» y pone de ejemplo a los porteros que han pasado por sus manos y que ya vuelan solos fuera de Castilla y León. En esta Escuela han participado nombres como Diego Altube o Gonzalo, ambos en el Real Madrid, Nicolás Campuzano, ex del Barcelona, y hoy en Las Palmas o Raúl García en el Celta de Vigo. En definitiva, el objetivo sigue siendo el mismo, que el balón no toque las redes, pero está claro que los métodos han evolucionado.

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