Fiebre colectiva por la red

El Voleibol Arroyo planeaba con ilusión este verano la temporada 2018-2019 bajo la previsión de cinco entrenadores, uno por equipo. Sin embargo, ni los más optimistas pensaban que esas cifras se verían claramente superadas y se formarían ocho equipos y una escuela. Un sencillo pero claro ejemplo que demuestra la progresión que vive este club en sus solo tres años y medio de vida. Y es que el boom del voleibol ha llegado a Arroyo de la Encomienda con la puesta en marcha de la única entidad de la provincia.

Su presidente Íñigo Torres recuerda que en enero de 2015 nació este proyecto con solo 20 niñas y que no competían, pero que en menos de tres temporadas ya se ha situado en más de 100 participantes. «No sabemos de dónde viene todo, es un gran misterio, porque no hemos hecho ninguna promoción diferente a la que se puede hacer hoy en día con foros, carteles o redes sociales, pero es verdad que estamos gratamente sorprendidos de toda la gente que ha venido», apunta. Así, el Voleibol Arroyo está formado esta campaña por ocho equipos, un benjamín, tres alevines, dos infantiles, un cadete, un juvenil y la Escuela de prebenjamines en el colegio Margarita Salas.

Los resultados van llegando poco a poco aunque su presidente insiste en que son lo de menos. «Están aquí porque les gusta jugar al vóley», apunta. Sirva como dato que en su primera temporada participando en los Juegos Escolares solo ganaron un partido y en la última jornada. «En otros deportes lo hubieran dejado porque el perder desgasta, aquí siguió la mayoría, ése el mejor resultado para nosotros, la progresión y el querer continuar», recuerda. Y es que ese núcleo de chicas cadetes que comenzaron hace tres años y medio forma ahora parte del equipo juvenil.

Los conjuntos están formados en su mayoría por jugadoras de Arroyo, aunque las puertas del club están abiertas para todo el mundo, sobre todo para municipios cercanos donde no tienen voleibol.

A Torres, como al resto del voleibol nacional, le preocupa la falta de chicos que juegan a este deporte. «Claro que nos preocupa pero es una carencia en toda España. En Castilla y León se celebra el Campeonato de selecciones autonómicas y van 12, porque no se encuentran jugadores de primer nivel para participar», detalla, y argumenta que en Valladoldi la competición masculina no existe, «como mucho mixta», todo lo contrario que en chicas, que es «una barbaridad».

Con todos estos datos, el presidente ve un futuro «muy halagüeño» incluso «con un poquito de vértigo». Si las previsiones siguen así, el año que viene se sobrepasarán las 100 licencias y será el momento de tener que tomar decisiones ya que las instalaciones ya se están quedando muy pequeñas. «Quizás sea nuestro principal debe», apunta Torres. Desde que arrancaron entrenan durante una hora los viernes en el pabellón de la Flecha, donde trabajan 85 personas a la vez. «Este año, y dado el aumento de licencias, el Ayuntamiento nos ha cedido el gimnasio del colegio Atenea, al menos estamos a cubierto, es un pequeño avance pero necesitamos más. No exigimos nada, sabemos que hay mucho deporte y somos los últimos en llegar, pero presentamos como valor nuestro volumen de jugadores de Arroyo, y por eso reclamamos un reparto más equitativo de las instalaciones en relación de jugadores y horas», argumenta.

En el club se realizan otras actividades como por ejemplo, campamentos urbanos y también experiencias muy gratificantes como la participación en el torneo de verano Summer Cup, en la localidad portuguesa de Loussa. La unidad y la implicación de este grupo se comprueba en aspectos como que dos entrenadores de nivel como Carlos Fernández, fue seleccionador nacional juvenil, y José María García, regional, no duden en «remangarse» y bajar a la cancha para entrenar.

El Club Voleibol Arroyo sigue creciendo y la pasada semana unió sus fuerzas con el CDO Almendrera en favor del deporte de la citada localidad vallisoletana. Ambas entidades escenificaron esta colaboración en un acto que tuvo lugar en el propio CDO Almendrera y al que acudieron representantes de la instalación deportiva, con su director Francisco de la Fuente al frente, al igual que miembros de la directiva del Club Voleibol Arroyo, junto a representantes municipales.

Junto a ellos, muchos de los jugadores y jugadoras que forman parte del club este año, acompañados por sus familias, así como varios de los entrenadores que estarán al frente de los ocho equipos que disputarán la competición escolar de voleibol. Todos ellos posaron para una gran foto de familia, luciendo en sus camisetas a su nuevo patrocinador, y pudieron jugar en un campo instalado al efecto. Una foto que representa la gran familia que es el CVA, hasta el punto de que los padres hacen de delegados o otros se han sacado el carnet de entrenador para poder ayudar sobre la cancha.