Palos en las ruedas
En el ambiente navajero y de trapacerías que domina la política en esta entrada al otoño preelectoral, puede llegar a parecer congruente cualquier demasía y hasta la más estrambótica barbaridad. Pero no es eso lo más grave, sino la función de abrigo y cobijo que el barullo ambiental otorga para las tropelías de paisanos, entidades y organismos obligados a primar el interés general por encima de cualquier otra mira.
Que es el caso, por cierto, del geógrafo salmantino Ignacio Cosidó, en la actualidad portavoz popular en el Senado, adonde llegó en las Navidades de 2016 designado por las Cortes de Castilla y León. Aunque el empleo de senador por esta Comunidad esté ya sobradamente vituperado por inquilinos con una veteranía de sesteo que apunta a la perpetuidad. Don Lucas Giménez, Juan José, sin mirar más lejos.
Estos embajadores de Castilla y León en la cámara alta solían sellar su vínculo con la tierra asistiendo a los festejos ceremoniales cuando eran invitados, como gente nuestra cerca del poder, sin otra ocupación prioritaria que defender los intereses de la Comunidad en el parlamento nacional. De ahí la sorpresa de ver a un pugnaz Cosidó desayunando en la tele con su campanera negativa a que el gobierno de España saque adelante el presupuesto.
Precisamente este martes el veterano presidente Herrera contestó a un requerimiento presupuestario del portavoz de Ciudadanos que le urgía a presentar las cuentas, advirtiéndole si no sabía lo que los partidos de ambos están haciendo en Madrid. Muy en su papel de avisador, aunque le faltó alargar la advertencia al deslocalizado Cosidó de la perentoria necesidad de Castilla y León de disponer de recursos para gestionar con dignidad sus competencias desvalijadas por la crisis.
Mientras nos quejamos de la huida de Vestas, nadie plantea y asume la exigencia de colocar a cualquier cantidad que sale del presupuesto la estampilla de ‘a cuenta’. Para que nunca más sea posible que la empresa que está haciendo un buen negocio, levante el vuelo con el dinero, dejando a sus empleados en la intemperie.