El fruto de aquel histórico día

El 17 de abril de 2016 marcó un antes y un después en la historia del rugby. Ese día, el estadio José Zorrilla abrió por primera vez en sus más de 30 años de historia las puertas a un partido del oval. Una imagen histórica que recorrió todo el planeta. Pues bien, dos años después, se sigue recogiendo el fruto de aquel trabajo.

Esta temporada el SilverStorm El Salvador ha aumentado a más de 750 jugadores su gran familia blanquinegra. Según datos del coordinador de cantera, Víctor Acebes, se ha superado en un 20% los números de pasados años y todo se debe al «boom que supuso aquel partido y al trabajo posterior, el rugby es un deporte emergente, no hay duda».

La escuela de rugby cuenta con más de 700 niños y niñas en todos los equipos, con proyectos pioneros como la Academia Carrefour El Salvador en el que se combina la excelencia deportiva con un buen rendimiento académico de los jóvenes a partir de 16 años. En todos los casos, con la máxima ‘ser excelentes jugadores de rugby que sean excelentes personas’ muy presente. También los títulos de su cantera son motivo de orgullo. En las vitrinas lucen seis campeonatos de España en categoría júnior, siete en juveniles, cinco y un torneo para los cadetes, que se convierten en siete y tres en la categoría infantil, y que se acompañan de cinco para los alevines, tres para los benjamines, dos para los prebenjamines y otros dos para los jabatos. Los más pequeños siguen llevando alto el nombre del club.

Bien es cierto que este crecimiento está provocando «los primeros problemas», aunque como matiza Acebes «benditos problemas». El primero, las instalaciones. Aunque los campos de Pepe Rojo siguen siendo el templo del rugby en España, el auge del oval provoca que en ocasiones, sobre todo los viernes por la tarde, se queden pequeños. El director de cantera recuerda que en Madrid, varios equipos han tenido que cerrar el cupo de jugadores por exceso. La buena noticia es que el Ayuntamiento comenzará en breve con la construcción de un nuevo campo. «Se agredece mucho, pero si nos hacen otro más, también le llenamos», apunta.

El otro gran problema, para Acebes, es que hay déficit de entrenadores. «La Federación debería apostar más por ello, si nos faltan ‘maestros’ poco van a hacer los alumnos», apunta. No obstante, pese a estas cuestiones, el Chami sigue abriendo las puertas de su casa blanquinegra a todo aquel niño o niña que quiera formar parte de su gran familia.

Pese al legado recogido en Zorrilla, lo que no ha cambiado en el conjunto chamizo es la captación de jugadores por los colegios. Allí es donde nació El Salvador y las raíces nunca se olvidan. Aquellos inicios tienen como testigo al propio patio del Colegio El Salvador, con un equipo formado principalmente por internos del centro, huérfanos de militares, que conforman los primeros planteles blanquinegros, Así, los responsables del club se recorren todos los centros escolares de Valladolid e incluso ya han comenzado por la provincia. «Los profesores te agradecen que durante unas horas se olvidan de la locura del fútbol», comenta.

Pero el ‘Chami’ es algo más que un club de rugby, es una forma de vida que tiene continuación en varios proyectos. Por ejemplo el del rugby femenino. El equipo sigue luchando con el objetivo de alcanzar la máxima categoría del rugby femenino nacional, lleva largos años dando muchas alegrías a la estructura chamiza, con grandes victorias y un excelente juego.

Ypor otro lado, el equipo de rugby inclusivo que se ha formado con la colaboración entre la Fundación El Salvador Rugby y Plena Inclusión Castilla y León. Empezó siendo una experiencia piloto y el pasado mes tuvo su guida con la disputa del primer partido oficial. Además, el club mantiene sus acciones solidarias como ‘Movember’, ‘Chamizos hasta la médula’, la iniciativa ‘Melenas poderosas’ potenciada por Carrefour España y Ausonia, o las diversas causas solidarias en las que se ha colaborado en anteriores ediciones del Torneo de Invierno, entre otras.

Más de 60 años después, el Rugby El Salvador sigue creciendo y recogiendo el trabajo de muchas personas que les gusta vivir la vida en blanco y negro.