Diario de Valladolid

BÁDMINTO / CLUB BÁDMINTON EVOLUCIÓN 2011

La teoría del volante

Surgido de las cenizas del histórico Club Ribera de Castilla, siete años después el equipo vallisoletano cuenta con cerca de 40 licencias y son la cantera del Universidad de Valladolid

Los componentes y el cuerpo técnico del Club Bádminton Evolución 2011.-SERGIO LÓPEZ

Los componentes y el cuerpo técnico del Club Bádminton Evolución 2011.-SERGIO LÓPEZ

Publicado por
J. I. Fernández

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La famosa teoría de la evolución de Charles Darwin explica que los seres vivos no aparecen de la nada, sino que tienen un origen y que van cambiando poco a poco. En ocasiones, estos cambios provocan que de un mismo ser vivo, o ancestro, surjan otros dos distintos, dos especies. Estas dos especies son lo suficientemente distintas como para poder reconocerlas por separado y sin lugar a dudas. A los cambios paulatinos se les conoce como evolución, pues el ser vivo cambia hacia algo distinto.

Y algo así ocurrió en 2011 cuando nació el Club Bádminton Evolución 2011. El nombre no podía ser de otra manera ya que surgió cuando por una serie de problemas desapareció el histórico Ribera de Castilla, nacido en 2002. Los fundadores querían que se siguiera evolucionando y que este club, como el otro, fuera la principal cantera del Universidad Valladolid. De esta manera, y al estilo de Darwin, surgió un nuevo ser vivo que en estos momentos goza de un excelente salud.

Actualmente el club está formado por 36 componentes de entre 8 y 19 años, con la misma filosofía de ser cantera del UVa. «No queremos campeones de España, queremos que los niños y niñas se divierten y que sepan que si quieren seguir haciendo bádminton de nivel, tienen al equipo universitario como referente, ahora mismo el baluarte de este deporte en Castilla y León», explica Enrique Fernández, presidente del club.

Esta temporada han contado con un buen número de alta, quizás por el boom de Carolina Marín, a los que todos tienen como ídolo, pero en especial por las jornadas de fomento que están realizando por los centros escolares de la ciudad. Además la Federación ha promocionado el proyecto Bádminton Plus para acercar la pluma y la raqueta a todos los colegios durante las clases de Educación Física. «Es un deporte muy atractivo, y la verdad es que como te guste, te enganchas de por vida», comenta Fernández, que también da las gracias a los patrocinadores Papecal, Quesos Félix y Caserío Brazuelas por apostar por este proyecto. «Somos un deporte minoritario y es de agradecer que empresas quieran apostar por nosotros, estos ingresos vienen muy bien para poder viajar y competir», explica.

La principal competición que juegan son los Juegos escolares de la Fundación Municipal de Deportes que se celebra los domingos en el polideportivo La Victoria. Da gusto compobrar el buen estado de salud que goza este deporte con las pistas llenas. Los colegios donde realizan las exhibiciones son el principal vivero para poder ir ampliando el número de jugadores que militan en el equipo.

Pero algunos de los componentes del club tienen licencia federativa lo que les permite competir en pruebas regionales. El presente más prometedor lo tiene Jaime De la Heras, que ya ha participado en pruebas nacionales con excelentes resultados. Mientras que el futuro más esperanzador se deposita en Miguel Olmedo con solo 11 años, quien hace unas semanas jugó por primera vez competición nacional, y no pudo haber mejor estreno, ya que el Máster Nacional de Medina del Campo Absoluto y Sub 11 hizo gala de su buen y el aprendizaje acumulado, una pena que no le valiese para pasar de ronda. Además en esta cita pudo compartir experiencias con su entrenador Enrique Fernández, que alcanzó en la categoría absoluta un digno bronce al llegar a semifinales.

Los jugadores muestran su ‘evolución’ en las instalaciones del IES Zorrilla, Gonzalo de Berceo y del Ribera de Castilla que se convierten en auténticas canteras de materia prima. «Lo importante es que disfruten y hagan amigos», apunta el presidente, que también es jugador del Universidad de Valladolid, lo que hace que al igual que otros profesores del club sean el espejo donde los más pequeños se miran para dar continuidad a su proyección.

De esta manera, la evolución de este club sigue en marcha. Aunque los comienzos siempre son duros, el club ya se ha erigido y pisa con fuerza convirtiéndose en un todo un referente para los aficionados vallisoletanos al bádminton.

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