Las ‘bicis’ naranjas emergen del barro

Para el mundo del ciclismo, el invierno es sinónimo de barro y ciclocross. Atrás quedan las carreras por carreteras, los azotes del calor y del asfalto. Es el momento para que los ciclistas se bajen al barro. El ciclocross nace de la necesidad y ganas de pedalear fuera de la carretera. De ese hambre de los corredores que no pueden estar sin sentir el pedaleo con aire en su cara. A nivel de competiciones, las más importantes se corren en entre noviembre y enero.

Meses que aprovechan Óscar Pujol e Israel Castañeda, del único equipo club vallisoletano de la disciplina, el PoloandBike-Taymory, para tener protagonismo. Un proyecto que surgió hace tres temporadas y que está resultado un éxito. Las bicicletas naranjas ya se han hecho un hueco.

Israel Castañeda, ‘Casta’ para los amigos, está completando una gran temporada. Marcha segundo de su categoría Máster 40 en la Copa de España. Aunque considera inalcanzable el primer puesto ya que su rival, Agustín ‘Guti’ Navarro, «es de otra galaxia», ya que considera que podría participar perfectamente en Elite, categoría donde milita su compañero Óscar Pujol.

El calendario de ciclocross se concentra mayoritariamente en pruebas en el País Vasco y en Cataluña. Precisamente en estas tierras han competido durante el pasado fin de semana con resultados irregulares. Castañeda valora una semana que, si bien no ha obtenido los resultados «esperados», le ha servido para encarar con más ritmo y competición la última prueba de la Copa de España que se celebrará el próximo fin de semana en Valencia. «Ha sido una semana difícil pero la hemos terminado con un buen sabor de boca. Ahora hay que cerrar la general de la Copa de España asegurando ese segundo puesto, así que todos estos días de carreras me van a venir bien», puntualizó.

Pujol tuvo que comenzar la temporada de barro más tarde de lo pensado ya que prosiguió en Asía corriendo en carretera. Esto ha provocado que tenga menos puntos de los previstos, de ahí que en algunas pruebas tenga que hacer doble esfuerzo, ya que con puntuación se logra un mejor puesto de salida. «Me toca adelantar a muchos», bromea.

Poco a poco va mejorando su rendimiento y prueba de ello es que este pasado fin de semana ha logrado la victoria en Vic. Tenía ganas después de unos días en los que no me he encontrado excesivamente bien, así que acabar ganando es un plus y más aquí donde me siento también como en casa». Las sensaciones del vallisoletano van de menos a más, y en Cataluña superó al campeón de España de BTT XCO, David Valero.

Sin embargo, en el calendario de los dos está fijada una fecha con letras mayúsculas, 12, 13 y 14 de enero. Esos dos días el circuito de Legazpi se convertirá en el epicentro nacional del ciclocross. A Castañeda le trae muy buenos recuerdos pues a comienzos de noviembre se impuso en una prueba de la Copa de España, aunque el circuito no es idéntico, espera aprovechar su experiencia. Los dos miran al cielo en un deporte tan imprevisible como el ciclocross. «La verdad es que todas las mañanas lo primero que haces es mirar al cielo. Lluvia, viento, granizo…son muchas las circunstancias, a veces no te vale solo con ir bien», reconoce Pujol, vencedor este año del Tour de Japón en ruta.

Ambos esperan que este proyecto deportivo sirva de trampolín para que el ciclocross vuelva por sus fueros en Valladolid y Castilla y León. Y es que en la Comunidad antes se celebraban Campeonatos de Castilla y León, Challenge, y pruebas populares, pero con la crisis y el ocaso del ciclismo, todo se ha ido perdiendo. Ahora con la llegada de nuevos patrocinadores que se están interesando por ellos, es la ocasión perfecta para recuperar el ciclismo en estado puro. El de bajarse al barro.