Diario de Valladolid

¡Guau, qué equipo!

La vallisoletana Ana López y su perra Belle se proclaman, con sólo un año de experiencia en el agility, campeonas de la Copa Júnior del Nacional / Hacen de sus paseos o del pasillo de su casa un circuito en el que ‘entrenar’ un poco más

Ana López yBelle posan en la pista de agility de la carretera de Renedo, donde entrena este equipo campeón de España.-PABLO REQUEJO

Ana López yBelle posan en la pista de agility de la carretera de Renedo, donde entrena este equipo campeón de España.-PABLO REQUEJO

Publicado por
Guillermo Sanz

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Las líneas de la ficción están llenas de parejas que dejaron su huella en la memoria de varias generaciones. Tintín y Milú, Obelix e Idefix o Scooby y Shaggie dan buena muestra de ello. Sin embargo, en ocasiones la pared de la ficción se derrumba para dar paso a la realidad, donde estos equipos de ‘seis patas’ toman forma tridimensional. Este es el caso de Ana López Gigosos y Belle, que en sólo dos años han pasado de conocerse a proclamarse juntas ganadoras de la Copa Júnior del Campeonato de España de agility.

El agility había rondado siempre la cabeza de Ana. Cuando se conocieron por primera vez, la sensación de esta joven alumna del Instituto Zorrilla fue como si se conocieran de siempre. La química fue inmediata. La pieza que faltaba para la combustión tenía nombre y raza: Belle, una Border Collie de padres pastores con la que la campeona de España comenzó a rodearse de túneles, pasarelas, empalizadas y eslalom (obstáculos en los circuitos de agility).

Los inicios no fueron ni mucho menos fáciles, como explica la propia Ana López: «Al principio Belle era mala. Según veía la puerta abierta se escapaba. Para mí fue bastante desesperante», recuerda. Sin embargo el verano cambió a la joven perra. La madurez le llegó justo a tiempo de participar en el campeonato ‘Ambas Castillas ‘ en la que Ana y Belle se proclamaron campeonas, consiguiendo un pasaje VIP para el Campeonato de España: «Nunca lo hubiera pensado», admite la deportista.

Con la sorpresa aún en el cuerpo viajó a Castellón con todos los nervios posibles facturados en la maleta: «Fui supernerviosa. Tenía miedo a que no obedeciera, a que se fuera con el público... tenía todos los miedos», reconoce. Sin embargo, el mayor susto llegó cuando se dio cuenta de que su licencia no había viajado con ellos. Una foto, un whassapp y unos abuelos salvadores permitieron que Belle y Ana entraran en la competición, donde la joven vallisoletana de 13 años supo leer el circuito instalado en el Parque Mérida mejor que nadie. Sin fallos el primer día, la gloria estaba en su mano y un único error en la segunda jornada sirvió en bandeja de plata un éxito de oro.

Ana ha dado el salto de la escuela a la cima en tiempo récord. Lo ha hecho de manos de una compañera de una raza de la que se enamoró viendo un programa de televisión. Como si fuera una corazonada sabía que un Border Collie debía ser su perro, con la misma convicción con la que sabe que quiere estudiar veterinaria. «Les vi en un programa de televisión y empecé a buscar información de ellos en internet. Es una raza activa con la que se podía hacer cosas, no es una raza ni grande ni pequeña...».

Para convertirse en la primera campeona de España júnior del club vallisoletano, Ana López Gigosos ha tenido que crear un fuerte vínculo con Belle: fusionarse en un solo deportista. «Si se centra en ti es un perro fácil. No es que coja independencia y se haga ella sola la pista. Se adapta a la velocidad y ella te sigue», describe la deportista.

El agility se ha convertido en el pan de cada día en el hogar de Ana y Belle. Cuando no está en las instalaciones que Agility Valladolid tiene en la carretera de Renedo, Ana inventa obstáculos en sus paseos con Belle o improvisa su propio circuito en el pasillo de su casa. Una manera de entender el deporte que seguro que la lleva a cotas más altas. «Pudo con los nervios y me dije... está lista para otro nivel. Tiene un perro cada vez más rápido y Ana cada vez tiene más recursos sobre la pista. Eso es muy importante, porque en la pista son uno», recuerda su entrenador Fran Saiz, que destaca el hecho de que Ana entrene a su propio perro y no al de otra persona. El entrenador del club vallisoletano augura un gran futuro para Ana: «Puede llegar hasta donde quiera. Tiene dos años aún para evolucionar en júnior y seguir aprendiendo».

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