La triple corona de la futura reina

Jimena no es un nombre muy común. Ha llegado hasta nuestros días desde el idioma hebreo, y su significado literal es «la mujer que escucha». Una persona a la que le gusta hacer bien las cosas, trabajar y dar lo mejor de ella misma, tanto en su vida profesional como privada y siempre intenta sacar la mejor versión de sí misma. Quizás la mejor definición que se puede ofrecer para la ciclista vallisoletana Jimena de Roa, la gran esperanza del ciclismo vallisoletano.

Esta temporada ha logrado el triplete con 14 años. Campeona de Castilla y León de pista, de ruta y de BTT infantil, algo que ha logrado por primera vez y contra todo pronóstico. Y es que esta vallisoletana, afincada en Tudela de Duero, es toda una todoterreno. Su afición por las dos ruedas se la ha trasmitido su padre y su hermano cuando ella solo tenía siete años. «Cuando se apuntó él, yo iba detrás. Aunque al principio me caía siempre», recuerda. Unos golpes que lejos de alejarla, le hicieron apasionarse más por la bicicleta. En esta ocasión se queda con el título obtenido en montaña (BTT), por ser el primero, ya que en categorías inferiores, Jimena ya se había mostrado como la mejor de Castilla y León.

Ahora va a afrontar el reto más grande. Arranca su octava temporada y pasa de Escuela a cadete. «Me da pena porque tengo muchos recuerdos, pero ahora comienza una etapa de mayor responsabilidad y que me ilusiona mucho», afirma la triple campeona regional. El CAF Turnkey Engineering ha puesto sus ojos en ella y al igual que hizo su paisana (e idolatrada) Isabel Martín correrá en las filas del equipo vasco. «Me da algo de corte pero sé que es un paso importante porque muchas de las ciclistas de elite han pasado por este club», aunque lamenta que tenga que fichar por un equipo de fuera de Castilla y León ya que en la Comunidad no hay ninguno femenino. «Por ejemplo del año 2003 solo me mantengo yo, habría que apostar más por el ciclismo femenino», apunta.

Campeona en tres modalidades diferentes, la vallisoletana reconoce que se queda con la pista y con la carretera. Los espejos donde se mira cada mañana reflejan la figura de Alberto Contador, pero también de ciclistas mucho más cercanas como la propia Isabel, o la campeona de España, Sara Martín, de Aranda de Duero. Yaunque no se atreve a reconocerlo, su madre desvela que Peter Sagan (tres veces campeón del Mundo) es su «amor platónico».

El próximo año su gran objetivo volverá a ser los Campeonatos de España. Una ‘espinita’ que tiene clavada después de que el pasado verano acudiera con muchas expectativas, pero un mal día provocó que se quedara sin premio. Aunque también dará un salto de calidad muy importante en cuanto a las competiciones ya que participará en la Copa de España junto a ciclistas de muy buen nivel. Incluso quizás pueda tener su primera experiencia internacional.

Jimena. siempre con una sonrisa en su cara, comenzó en la Escuela de La Cistérniga, posteriormente pasó a La Victoria Biker y ha finalizado en el Ángel Guerra de Arroyo de la Encomienda. De Roa es muy conocida en el pelotón vallisoletano pues se recuerda su etapa de Escuela cuando se imponía en la línea de meta a los chicos. Durante un tiempo se convirtió en el rival a batir. Ella le quita hierro al asunto y bromea. «Alguno he ganado, pero no a todos». Solo hay que rastrear por Internet para comprobar que los triunfos de Jimena vienen desde muy pequeña.

Por supuesto que hace honor a su nombre y es ‘la mujer que escucha’. Por ejemplo los consejos de sus entrenadores, ya que según su padre, Raúl de Roa, una de sus virtudes es la disciplina. «Es muy bien mandada y es muy constante», apunta. Una disciplina que también queda reflejada en los estudios que realiza en el colegio San José. Sus notas son excelentes y después de llegar del Instituto y comer, es el momento de rodar junto a su padre. Por la tarde-noche, cambia la bici por los libros y los apuntes. Ella se define como una «luchadora» ya que reconoce que aunque hay días que no le apatece salir a entrenar, lo hace. Su padre insiste en que para él no es «ningún sacrificio», ya que se muestra encantado de salir a rodar con ella. «Yo no le doy consejos, sus entrenadores lo hacen muy bien», afirma.

A Jimena le gusta mucho salir a entrenar por las zonas cercanas a su tierra y recomienda rutas por Olivares de Duero y Villabáñez con «subidas y zonas llanas muy bonitas». Después de un curso de 9,9, la vallisoletana afronta el reto pero sin perder su principal cualidad, la de saber escuchar. Lo lleva en su nombre.