Diario de Valladolid

TRIATLÓN

Un ‘superatleta’ contra la esclerosis

El vallisoletano Abraham del Caño se enfrentó al reto del Ironman de Gandía con el objetivo de recaudar fondos para la lucha contra la enfermedad

El vallisoletano Abraham del Caño.-EL MUNDO

El vallisoletano Abraham del Caño.-EL MUNDO

Publicado por
Guillermo Sanz

Creado:

Actualizado:

Ni todos los héroes visten capa ni todos los ganadores lucen medallas. El deporte se encarga de romper estereotipos y moldes con la facilidad con la que el viento derriba un castillo de naipes. El universo deportivo cuenta con una constelación de ‘superatletas’ dispuestos a ganar por otros y no por ellos. Personas como el vallisoletano Abraham del Caño que ha querido sumar su fuerza a la lucha contra la esclerosis múltiple.

El Ironman de Gandía de la pasada semana no fue la meta a una exigente prueba de triatlón (3,8 kilómetros de natación, 180 de bicicleta y 42 de carrera a pie), sino a un camino mucho más largo... el recorrido y el que queda aún por recorrer. El triatleta pucelano se marcó la cita levantina como un punto de inflexión en el que dejar su firma en la pelea contra la esclerosis, una enfermedad que le toca de cerca. A su hermano Jairo le diagnosticaron esta enfermedad y mostrar su apoyo fue entonces una prioridad para Abraham: «Al principio me dijo que si estaba loco por hacer un Ironman, pero le pareció buena idea y ha sido uno de mis mayores apoyos».

Bajo el lema de ‘Ironbram’ comenzó una carrera de fondo: la de recaudar dinero para conseguir una silla especial y destinarla a la Asociación Vallisoletana de Esclerosis Múltiple. «Fue especial, porque tenía un carácter benéfico», confiesa Abraham del Caño, que hace poco amplió su campo de acción, pasando del ciclismo, su deporte fetiche, al triatlón. Dentro del mundo del ‘tri’ el Ironman es un plato que casi todo el mundo quiere probar y la motivación la sirvió en bandeja de plata: «Todos los que hacemos triatlón queremos hacer un Ironman y esta fue la motivación para ir. Al final hacerlo por una causa es un motor increíble que te empuja en los momentos de flaqueza. Invito a todo el mundo a que se ponga un reto».

El objetivo final tenía cuerpo bicéfalo. Por un lado el solidario, por otro el deportivo. Ambas quedaron satisfechas al cruzar la meta, no sin el suspense que riega las buenas historias. «Es bueno tener un objetivo deportivo. El mío era bajar de las diez horas. El agua se me dio bastante bien. El problema vino con la bici. Debí pinchar y estuve 80 kilómetros sin presión en la rueda. Tenía el kit para arreglar el pinchazo, pero no una bomba. Finalmente una triatleta me dejó una y pude continuar, pero me entró el pánico de no poder acabar la carrera», explica el integrante del Triatlón Laguna, que narra sus sentimientos en ese momento: «Hay momentos difíciles en un Ironman y te pueden llevar al abandono, pero toda la gente que hay detrás te hace llegar a meta. Había que terminar por todos los que han apoyado», asegura.

Toda la gente que creyó en el proyecto de Ironbram alimentaron los músculos de un ‘superatleta’ que fue más ganador que todos los demás que cruzaron la línea de meta. Ya lo era antes de nadar el primer metro en las aguas del Mediterráneo. Él había puesto un grano de arena en la lucha contra la esclerosis, una batalla que libra su hermano, el cual se convirtió en su fan número uno sobre el trazado de Gandía: «La llegada a meta fue muy emotiva. Nos abrazamos y nos tembló hasta el labio de la emoción. Fue muy bonito pensar que todos esos meses de sufrimiento habían merecido la pena. Es un recuerdo que me quedaré por siempre», asegura.

La otra meta, la económica, aún está en camino de conseguirse. El propósito, conseguir 4.000 euros para una silla, aún está a medio camino. Aún así, la web sigue abierta y activa hasta diciembre. La cuenta atrás para llegar a esa cifra ya ha comenzado, aunque el triunfo ya está asegurado: «La cantidad que sea ya es algo más de lo que tenían y lo pueden invertir en ayudar a mejorar la vida a las personas con esclerosis», entiende el triatleta, que no descarta en el futuro volver a emprender, si las condiciones acompañan, una nueva causa deportiva y solidaria en otro tipo de prueba y para otra causa. Eso sí, no será un Ironman y no será a corto plazo ya que después de una temporada absorbido por el trabajo, los entrenamientos y el proyecto Ironbram, Abraham necesita el merecido descanso del guerrero.

tracking