La rebelión de los poderosos
LA HISTORIA nos muestra numerosos ejemplos de rebelión de los que detentan el poder; el económico, el político o ambos. Plagio un concepto de Iñigo Errejón para poner la lupa en los numerosos «golpes de Estado jurídicos» –términos utilizados por Herrera sobre la decisión del Parlament– que reciben los derechos cuando los poderosos ven amenazados sus privilegios.
Casi la mitad de los catalanes que votan están incómodos en España. Han convocado un referéndum a la carta para separarse. Y tienen derecho a hacer una consulta, pero con garantías de legalidad. Las fronteras territoriales no son eternas y ningún demócrata debería impedir esa expresión, reforma de Constitución previa. Es una carencia más de una carta magna forzada en 1978 cuando tampoco a los poderosos les servía la dictadura.
Paradójicos son los grandes titulares que califican de secuestro, imposición, golpe de Estado, golpe a la Democracia, golpe a la legalidad la decisión del legislativo catalán de convocar un referéndum. Paradójico pero no sorprendente. Hay un choque de trenes y poderosos de un lado y de otro se echan un pulso e intentan con éxito convertir el desafío independentista en el gran problema del país.
La ley del referéndum catalán es un intento de fuerzas que no lograron ni la mitad de respaldo popular crear su propio Estado. Incluso hay quien lo envuelve con el nombre de la República catalana. La realidad es que el Estado español no resolvió un problema que se veía venir y la derecha catalana ha logrado seducir y convencer a millones de catalanes tratando de demostrar que la independencia resuelve todos sus problemas. La rebelión de los poderosos para eludir y llevar a segundo plano el paro, la precariedad laboral y salarial, la corrupción… Los independentistas imponen un relato a la medida de los poderosos catalanes.
Pero el relato de esa extraña alianza de Junts pel Sí y la CUP es incompleto y ‘salva’ a quienes han lanzado una salvaje ofensiva contra el Estado del Bienestar. Golpe a la Constitución es también imponer la mayor desigualdad desde la instauración de la democracia, amenazar las pensiones, dejar a los jóvenes sin futuro, imponer un estado de sitio de precariedad permanente, gobernar sólo para las minorías poderosas…
Han impuesto un modelo de salida de la crisis que ignora la mayoría de los derechos constitucionales. ¿Y este golpe a la legalidad no les escandaliza? ¿Y no es otra forma disfrazada de rebelión de los poderosos contra las mayorías, otro atentado contra la democracia? Pues digámoslo, también.