Lo sensato pasa por atender a la Competencia y no enrocarse
VARAPALO. SÓLO así puede calificarse el recurso contencioso-administrativo de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) contra el decreto de Castilla y León que regula los apartamentos turísticos.
Un varapalo porque supone una enmienda a la totalidad de la normativa, muy al contrario de lo que sucede en el caso de Galicia, a quien también competencia acaba de recurrir su ley, donde sólo se habla de dos conceptos.
En el caso Castilla y León, de prosperar el recurso de Competencia, que rara vez suele presentarlos sin base jurídica que los apoye y los haga salir adelante, significará que se tenga que cambiar toda la ley.
La respuesta del Consejería de Cultura y Turismo, a través de su Dirección General de Turismo, lejos de tomar en consideración las enmiendas que al decreto realiza la CNMC, pasa por enrocarse y no hacer nada. Es más, en sus justificaciones se remiten a lo que ya señalaron en abril pasado, cuando desde Competencia se les alertó que de no variarla irían al contencioso-administrativo.
Lo que la Junta, la Consejería debe hacer es plantearse la situación, sentarse y analizar, más allá de enrocarse como lo está haciendo. Haría bien en no olvidar que que quien vapulea su normativa de apartamentos turísticos es la Comisión Nacional del Mercado del Competencia. Un organismo independiente, por tanto, nada sospechoso y que cuando decide actuar siempre lo hace con argumentación jurídica suficiente y detallada como para que sus recursos no sólo sean admitidos, sino en la mayoría de los casos salgan adelante y tumben leyes.
Lo oportuno no es enrocarse, sino enmendarla, entre otras cosas porque que hay cuestiones que plantea Competencia, como la de la atención telefónica las 24 horas, que son bastante lógicas y razonables, de sentido común.
Nadie pone en duda la oportunidad de esta decreto, con el que la Junta quería defender al sector hotelero. Y eso es una tarea encomiable, pero eso no pasa por cuestionar la legislación general, a la que se debe y hay que adaptarse a la misma. La ley es la ley y que cumplirla. Y esto vale para los independentistas y para la Dirección General de Turismo de la Junta.
Tener el pensamiento de que todo está bien, que nada de lo hecho en la encomiable, y como tal debe valorarse, tarea de defensa del sector es erróneo es el primero de los errores. El segundo, el no haber atendido, y ni siquiera valorado, hace meses la indicaciones y apreciaciones de la Comisión Nacional del Mercado de laCompetencia, el segundo.
Lo sensato pasa por atender a lo que dice la Competencia, al menos valorarlo porque aún se está a tiempo, y no enrocarse.