Diario de Valladolid

EDITORIAL

Ser la primera potencia en automoción impone retos

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CASTILLA Y LEÓN lidera el ranking autonómico en producción de vehículos. El fuerte despegue de Renault en Valladolid y Palencia, con modelos que ya son casos de éxito en el sector, la pujante consolidación de Iveco en la capital vallisoletana, que ha elevado a la fábrica del grupo Fiat a los niveles más altos del mundo, y la todavía presencia de Nissan en Ávila han convertido a Castilla y León en la primera potencia de España en fabricación de vehículos.

Más de uno de cada cinco vehículos que se fabrican en el país salen de las plantas de la Comunidad autónoma en una año en el que España se consolida como la segunda potencia europea y la octava del mundo.

Este liderazgo debe ser motivo de orgullo, pero también impone al Estado y a la Comunidad retos para mantener en un futuro una posición de fortaleza en el principal sector industrial de España en un contexto global de fuerte competencia.

Atrás quedan años de incertidumbre sobre compañías que no lograban modelos de penetración comercial suficiente para mantener el empleo y la actividad.Sin embargo, tanto Renault como Iveco consiguieron despejar esas incógnitas a tiempo y convirtieron las plantas de la Comunidad en las más productivas de su grupo, venciendo incluso la competencia interna de otras factorías.

Como dice el presidente de Anfac en la memoria anual, el sector de la automoción crea un empleo de mayor calidad que otros y además contribuye a reforzar una industria auxiliar que en la Comunidad está poderosamente representada con empresas punteras, innovadoras e implantadas en el mundo.

El reto prioritario del sector de la automoción es el de no perder la tensión innovadora de su industria, esa que basa su productividad no tanto en los costes salariales sino en sus avances tecnológicos. Junto a eso, es preciso impulsar planes de renovación de la envejecida flota nacional y encontrar las fórmulas adecuadas para hacer atractivo el vehículo eléctrico.

Castilla y León debe también mantener el nivel adecuado de diálogo social que le ha permitido casi siempre alcanzar el consenso necesario para pactar en tiempo los diferentes planes industriales.

Las tendencias crecientes de proteccionismos estrechos aparecen como amenazas a vencer, si bien son retos que exceden al ámbito autonómico e incluso el nacional.

Reforzar el sector industrial es clave para la Comunidad, lo cual no contradice la necesaria diversificación.De este sector depende y mucho el objetivo de Comunidad de llegar en 2020 a que la industria manufacturera represente el 20% de la economía.El plan de reindustrialización pactado entre los grupos parlamentarios y la Junta debe ejecutarse en tiempo. Sobre todo, para no perder ese peso que es también una garantía de futuro para rebajar el paro con empleo menos precario y más estable.

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