El descenso del paro sólo será efectivo si se consolida
LA ENCUESTA DE Población Activa (EPA) acaba de alumbrar los mejores datos de descenso del paro desde que esta crisis, que llegó para quedarse allá por el año 2008, es crisis. El verano le sienta bien al empleo en la Comunidad, con cifras récord que recuerdan aquellas otras ya lejanas de hace casi nueve años.
El descenso del último trimestre, según la EPA, hace que la tasa de paro de Castilla y León se sitúe por debajo del 14% por primera vez desde 2009. Baja el paro y sube la contratación de un modo mucho más activo que en el conjunto del país. Y, lo que es más importante, lo hace sobre todo entre los jóvenes.
Se hicieron más contratos nuevos, hasta el punto de situar a Castilla y León entre los territorios donde más crece la ocupación, lo que lleva a que el desempleo se recorte muy por encima de la media del conjunto del país. Los parados de larga duración, que aún siguen suponiendo una cifra muy importante, también sufren un recorte significativo. E igual sucede con los hogares en los que todos sus miembros se encuentran sin empleo; ahí, también mejoran ostensiblemente las cifras. Y, en todos los casos, en todas las provincias el fuerte retroceso del paro viene de la mano de una mayor contratación.
Estos son los datos, que como siempre se defiende desde estas mismas páginas, no son fríos porque detrás de ellos hay personas. Cifras incontestables que invitan a la optimismo. Negar eso es vivir de espaldas a la realidad.
Pero datos son también el que ese empleo crece en el sector agrícola, donde sin duda vive el efecto de la vendimia; y en el de servicios, gracias a los últimos coletazos de las vacaciones estivales. Mientras cae en la construcción y crece mínimamente en la industria, que debería ser la punta de lanza de esa creación de puestos de trabajo.
Cifras que es necesario tener en cuenta, también, porque lo que denotan es que sí, que se crea empleo, pero que éste es temporal. Un mal endémico que es necesario comenzar a corregir. Siempre que un parado vea cómo deja de ser uno más de una larga lista hay que felicitarse. Pero esta felicidad no será completa mientras esos contratos sólo sirvan para crear «trabajadores pobres», como vienen denunciando los sindicatos y hasta el propio Consejo Económico y Social (CES).
Si a esto se le añade que algunas provincias, sobre todo Valladolid, ven cómo el descenso del paro le viene dado por una fuerte pérdida de población activa, parece evidente que a los claros de la fuerta bajada del desempleo se le unen muchos oscuros, que sólo se podrán despejar con un trabajo más estable, menos estacional.
El descenso del paro que refleja la EPA sólo será efectivo si se consolida en el tiempo. Hacía ahí deben dirigirse las políticas.