Diario de Valladolid

EDITORIAL

Castilla y León mantiene su lucha clara por el carbón

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EL SECTOR DEL carbón está al borde del colapso, sino en el bloqueo total. Una situación a la que lo han llevado las políticas del Gobierno central de Mariano Rajoy, con su ex ministro de Industria, el canario José Manuel Soria, a la cabeza.

Incumplimiento en el pago de las ayudas que el propio Ministerio había comprometido y firmado en el Plan del Carbón, que él mismo había firmado; desamparo ante la Unión Europea, donde no solo no ha defendido el futuro de la minería más allá de ese 2018 al que la condenó el comisario socialista Joaquín Almunia, sino que presentó el plan de cierre programado o el freno a las inversiones comprometidas en las cuencas, son solo algunas de las decisiones del actual Ejecutivo central, hoy en funcione, que están acabando por hundir a un sector del que todavía hoy dependen miles de familias.

En todo este tiempo, la Junta de Castilla y León ha mostrado su rechazo a las políticas del Gobierno y del ex ministro Soria. El propio presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, ha sido crítico con las medidas del Ministerio.

Ahora, se conoce que el presidente de la Junta se reunirá la próxima semana con el ministro de Economía en funciones, Luis De Guindos, quien asumió las competencias de Industria tras la marcha de José Manuel Soria. Un encuentro que, más allá de los logros finales, que eso dependerá de la voluntad última del titular de Industria y del Ejecutivo ahora en funciones, demuestra el compromiso por la defensa del carbón que la Administración autonómica mantiene.

Herrera se verá con De Guindos para defender la importancia, aún hoy, que el carbón autóctono tiene para esta tierra. Y para exigirle la necesidad de pelear hasta el último aliento por su continuidad. Pero, sobre todo, para que desbloquee la situación de las ayudas impagadas y, con ello, permita salir de la grave situación, que roza casi el abandono, de aquellos mineros que hoy están en sus casas, con una mano delante y otra detrás. Y, lo que es peor, sin que a nadie en el Gobierno en funciones parezca preocuparle lo más mínimo.

La defensa del carbón tiene que seguir siendo una prioridad para Castilla yLeón, en la que deben estar embarcados todos los partidos y agentes sociales. Ser una sola voz en esa defensa permitirá encontrar aún la solución final.

El paso dado por Herrera tiene que ser valorado como lo que es: un aviso alGobierno de que ni la minería, ni Castilla y León, ni los castellanos y leoneses están en funciones. La situación de los mineros, de sus familias es crítica, cuando no dramática, y el Ejecutivo central no puede mirar para otro lado, por más que su situación actual sea de interinidad.

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