Diario de Valladolid

EDITORIAL

Obligada mejora de las carreteras secundarias

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LAS CARRETERAS de Castilla y León están provocando un verano negro en lo que a víctimas mortales se refiere. El trágico balance hasta ayer era de 36 muertos durante la Operación Especial Verano, iniciada el 1 de julio. Representa un fuerte incremento en relación a los fallecidos del verano pasado. Ayer fue un día especialmente grave, con cuatro muertos, tres de ellos en Burgos y uno en Soria. Los dos accidentes mortales se produjeron precisamente en dos de los tramos que ayer hacía públicos la Dirección General de Tráfico (DGT) como especialmente peligrosos en la Comunidad Autónoma.

El toque de atención que buscaba la DGT dando publicidad a esos tramos se vio dramáticamente reforzado por la realidad. En lo que va de año se han registrado 89 muertos en accidentes de tráfico en Castilla y León, uno más que el año pasado, con lo que el verano quiebra la trayectoria de reducción de víctimas mortales. La velocidad, junto a las distracciones, es una de las principales causas de los accidentes y una buena parte de ellos se producen en las carreteras convencionales, donde hay una mayor tendencia a vulnerar los límites de velocidad.

La respuesta, dentro de la campaña de concienciación de la DGT, es incrementar los controles de velocidad, en toda España (con 400 puntos de control en Castilla y León) durante esta semana, así como en todos los tramos considerados peligrosos de forma ordinaria. No hay nada que objetar a esta decisión y es muy conveniente dar publicidad a los controles de velocidad, pues no se trata de recaudar con multas, sino de advertir y concienciar a los conductores de la importancia de respetar los límites de velocidad. Sin embargo, hay otros factores que deben tenerse en cuenta y que no están dentro de las funciones de la DGT, como es la mejora de las carreteras y su adecuado mantenimiento, algo que depende directamente de Fomento.

La mayor accidentalidad se produce en las carreteras convencionales, lo que refuerza la imagen de más seguridad de las autovías, a pesar de estar permitida una velocidad superior. Algunas reivindicaciones de Castilla y León relacionadas con nuevas conexiones por autovía cobran aún más sentido atendiendo al factor de seguridad.

Pero, además, es necesario recuperar las inversiones en las carreteras convencionales, pues la crisis económica ha provocado una reducción de las partidas presupuestarias y el peor estado del asfalto de las carreteras reduce su seguridad, que también se puede mejorar con obras para rehacer algunos trazados. Controles, por supuesto que sí, pero sin olvidar las obligadas obras de mejora.

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