Salir fuera como proyecto para crecer
SI ALGO VIENEN demostrando las empresas castellanas y leonesas a lo largo de estos años, incluso durante el desierto más duro de la grave crisis económica, es que están sabiendo buscar fuera aquello que durante este tiempo se le ha negado dentro: el cliente.
El mercado exterior resulta cada vez menos extraño para los empresarios de la Comunidad, que demuestran su potencial y el de sus productos estadística tras estadística, donde lideran el ránking exportador. Para salir fuera, para pelear en ese mercado globalizado con los más grandes no cabe otra que ofrecer un producto trabajado y de calidad. Y de eso le sobra a esta tierra. Y empresarios que saben cómo producirlos, también.
Salir fuer a no es una opción, es una necesidad. Así de tajante se mostró el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, durante su intervención en la jornada organizada por la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España, celebrada ayer y en la que se quiso plasmar la oportunidad que para Castilla y León supone el mercado americano. Algo que saben ya muchos de los empresarios que se dieron cita en las jornadas.
Posibilidades que desde las administraciones, Junta y Gobierno central, se dejó claro es necesario aprovechar. Castilla y León, la empresas de esta tierra pueden y deben hacerlo porque tienen ese producto de calidad, sobre todo en el sector agroalimentario, que en Estados Unidos se valora y se aprecia, como bien señaló la ministra de Agricultura en funciones, Isabel García Tejerina.
Eso es, precisamente, lo que es obligado defender en el cada vez más globalizado mercado exterior, en el que ya acechan nuevos tratados y acuerdos como el famoso TTIP entre Estados Unidos y Europa. Las administraciones tienen que estar alerta y vigilantes para que este tipo de pactos cumplan el objetivo para los que nacen, el de abrir nuevos mercados y oportunidades de negocio sin causar un perjuicio.
Eso es lo que debe defenderse ante esta nueva negociación, más allá de criterios partidistas e ideológicos dispares de unos y otros. En el caso de Castilla y León es necesaria una sola voz para hacerle ver al Gobierno central que, a la hora de negociar, los productos de esta tierra cuentan con la calidad y los márgenes suficientes para competir allí donde lo imponga el mercado, pero siempre en igualdad de condiciones.
No se está hablando de un afán proteccionista, pero sí de la necesaria vigilancia para que por el camino de las negociaciones de los futuros tratados no se queden algunas de las muchas oportunidades de las empresas de la Comunidad de salir fuera como un proyecto de futuro para crecer.