Diario de Valladolid

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EL PLENO DE la próxima semana en las Cortes de Castilla yLeón estará marcado, sin ninguna duda, por la validación del Decreto-Ley que prohibirá la muerte del astado en el Toro de la Vega de Tordesillas. Ese será el punto fuerte.

Pero antes, los grupos políticos, todos sin excepción, sacarán adelante una Proposición No de Ley (PNL) para defender y apoyar el futuro de la fábrica de Embutidos Rodríguez en León, tras ser arrasada hace casi ya tres semanas por las llamas.

Es cierto que la noticia sería que se rompiera la unanimidad de todos los partidos políticos con representación en las Cortes castellanas y leonesas, pero no lo es menos que conviene valorar como se merece el hecho de que el Parlamento autonómico tenga capacidad de reacción para postularse al lado de los trabajadores y de la empresa y exigir a las administraciones que pongan en marcha todas las líneas de ayuda necesarias.

Ya se ha visto en otras ocasiones, como es el caso de Campofrío, pero no por eso deja de tener relevancia. La política y los políticos están para plantear soluciones a los problemas. Y eso es lo que tiene que buscar esta PNL.

Una Proposición no de Ley que, eso sí, no puede quedar en una mera declaración de intenciones. Las Cortes tienen la obligación de vigilar que las administraciones, sobre todo la Junta a la que ejercen en el control, cumple y da los pasos necesarios de apoyo a Embutidos Rodríguez, tal y como se reclaman en la proposición.

De no ser así, ésta quedará en papel mojado y pronunciamiento de los grupos con representación en la Cámara en palabras baldías que se las lleva el paso del tiempo.

A eso se le llama acción-reacción. Pero es necesario que se trabaje ya, como vienen reclamando los sindicatos y los empresarios, en mecanismos casi automáticos y que se activen prácticamente de inmediato ante la crisis de una industria. Pero no solo de las grandes y en casos llamativos. Eso tiene que verse también con las pequeñas y medianas empresas, que conforman casi el 80% del tejido empresarial de la Comunidad.

La PNL que se aprobará en el próximo plenario de las Cortes demuestra que cuando existe voluntad de acuerdo, más allá de los intereses partidistas de cada uno, se logran sacar adelante iniciativas. Castilla y León tiene muchos de estos ejemplos, porque los partidos, el Gobierno y la oposición, todos sin excepción, ponen en valor el diálogo como herramienta para llegar a acuerdos.

Ese es el camino. Y, mucho más, cuando de defender el empleo y a las industrias se refiere.

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