Diario de Valladolid

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Nada tengo contra las romerías. Ni contra las ferias de alfarería. En modo alguno me opongo a rememorar escaramuzas, hoy convertidas en batallas poéticas, ni conciertos de música tradicional. Y en cuanto a los concursos de frases hechas desde escenarios de verbenas de estética rústica, nada me enfrenta a ellos. Eso sí, todos estos ambientes los prefiero de modo monográfico, de uno en uno. Por eso, cuando he ido a Villalar un 23 de abril, que ha sido en dos ocasiones, lo he hecho sólo para estar y conversar con amigos.

Abandonados aquellos tiempos en los que Herri Batasuna lanzaba sus cariñosos mensajes a la población, aprovechando que en la campa los supuestamente subversivos (ahora desmitificados por su súbito enamoramiento de los sueldos anejos a los sillones parlamentarios) tenían barra libre no fuera que a quien limitara sus delictivos mensajes se le tildara de fascista, la cosa, ahora, ofrece un tono color pastel, con leves brochazos reivindicativos.

Los mensajes cerealísticos, potenciados con el retrogusto de la cebada, tienden a la monocordia y al tedio sublimado. Frases planas ante un paisaje ascético. A muchos de los que les toca ir el asunto les toca las narices, pero el protocolo les obliga, o casi, a aparecer, repartir abrazos, dar la mano, visitar el monolito y dar un paseo mirando por el rabillo del ojo.

Lo más grotesco, sonrojante y metafórico de Villalar suele estar en las palabras. El mensaje es la materia, la esencia, en muchos casos. Aquí también. Que haya políticos y medios de comunicación que sigan diciendo y escribiendo identitario es propio de una tierra que debe recurrir a palabras inexistentes (usada por los nacionalistas catalanes que cada vez hablan peor el español, propio de su desprecio y falta de preocupación por la lengua el opresor…), como muestra del plagio a quienes tienen el aparente prestigio de defender bien lo suyo. Paletismo mesetario.

La falta de cultura hace cobrar vida a aquello de bienaventurados los que me copian porque de ellos serán mis defectos.

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