Diario de Valladolid

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HA SIDO muy comentada durante estos días la irrupción de las nuevas formaciones en el Congreso: el niño, las greñas, la apariencia desenfadada de muchos diputados. Pero, más allá de la apariencia estética, convendría considerar a quiénes representan estos individuos que a algunos les parecen tan raros o heterogéneos y a quiénes representaban los que había antes, tan parecidos entre ellos mismos como diferentes a todos los demás: los de la calle. Y llegados a este punto habrá que desechar por simplista el análisis que desde los púlpitos de la politología venían haciendo los expertos. No hay aquí populismo que recorra de «arriba a abajo» a masas descontentas de distinta procedencia social y diversa orientación ideológica: lo que encontramos es mucha gente como tú y como yo, miembros de una cierta mayoría.

Quizá ni los propios líderes que hablaban de «pueblo» y «gente» en abstracto se dieran cuenta de que sus mensajes no iban dirigidos a «todo el mundo» sino a unas capas sociales muy concretas: el «pueblo» que ha respondido a la llamada de un cambio y una transformación no sólo de la política, sino del país, es el «pueblo» de las clases medias. Aquéllas que se han sentido injustamente castigadas y objeto de una traición imperdonable, porque cumplieron «su parte» (trabajar, prepararse, pagar impuestos) y, sin embargo, ahora interpretan que los que han dirigido y controlado el país les han fallado. Ese amplio espectro de clases medias que fueron desplegando sus capacidades adquisitivas a partir del franquismo ha visto cómo su nicho nutriente y campo de acción se restringían de manera drástica.

Ni PSOE ni PP daban ya la impresión de poder seguir representando a tanta gente defraudada, pero también es verdad que a duras penas los partidos llamados «emergentes» han penetrado en el extenso medio rural de regiones como la de Castilla y León. Y no lo harán mientras no miren más allá de barrios y urbes: hasta que no llegue a comprenderse que esta pacífica rebelión a la que asistimos ha de extenderse a todos los afectados por la presente crisis.

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