Diario de Valladolid

Redacción de Valladolid

Degeneración política

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LOS POLÍTICOS siguen a lo suyo. Mucha conferencia política, mucho hablar de espejos, de escuchar a los ciudadanos, de acercarse más a la gente, de salir a la calle... De regeneración política y democrática, en definitiva. Pero a la hora de la verdad, en el momento de pasar del dicho al hecho es ahí cuando aparece el trecho. El mismo que siempre ha existido. Ese que separa las dos realidades. Aquella que viven los ciudadanos, en la que se sigue hablando de crisis, de empleos en precario, de sueldos ínfimos, de dificultades para llegar a fin de mes o de, sencillamente, no llegar, de la que marcan los dirigentes políticos, que siguen viviendo en su mundo.

Sólo así puede entenderse que en el Ayuntamiento de Valladolid, por ejemplo, los partidos que gobiernan, PSOE, Valladolid Toma la Palabra-IU y Podemos-Sí se Puede, sigan tan campantes sin aprobar las asignaciones. Y mientras, el socialista Óscar Puente se lleva a su bolsillo de alcalde los mismos más de 88.000 euros que tanto criticó a su predecesor. Oye, y los chicos de los 1.900 euros al mes o de los 45.000 al año ni se inmutan.

Ahora, para desfachatez las designaciones de los senadores por Cortes. Finalmente se consumó la desvergüenza y en los asientos de la Cámara Alta, que cada vez cae más bajo, se sentará la soriana Mar Angulo, cuyo mérito es haber hundido al PP en Soria, con una debacle electoral que la llevó a perder hasta la Diputación. Si tuviera la más mínima decencia política habría presentando su dimisión la misma noche electoral. Pero no, los suyos la premian con un buen puesto en el Senado, a razón de unos 6.000 euros al mes. Y a sestear. Algo que por ejemplo lleva años haciendo Juan José Lucas, que ni se molestó en asistir al Pleno de las Cortes en el que se le volvió a refrendar como senador.

La terna la completa el gran –por la estatura, no lo olviden nunca– político que es Óscar López. Cuando dinamitó el partido desde dentro ya dejó atado y bien atado su escaño de senador que, ahora, su bien mandado Luis Tudanca le entrega sin rechistar. ¿Quién dice que el PP y el PSOE no son capaces de alcanzar acuerdos de consenso? Póngales ustedes encima de la mesa un buen reparto de sueldos y cargos y ya verán como votan juntos. Y se abrazan, si hace falta. Ya van dos de dos: Mesa de las Cortes y Senado.

Esto no es regeneración, sino degeneración política.

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