Del dicho al hecho
«YA NO EXISTEN dudas sobre el papel e influencia en la política de investigación y de la política de innovación en la mejora competitiva de los territorios, tanto desde la perspectiva económica como desde la perspectiva de mejora de la calidad de vida de los ciudadanos. Y estas políticas son aún más relevantes en una situación de crisis como la actual, donde la reducción de los mercados tradicionales ha hecho aún más aguda la competencia entre los distintos actores económicos». Lo dice Juan Vicente Herrera en la presentación de la Estrategia de Especialización Inteligente; esa que, como recordó en su discurso de investidura, movilizará 9.000 millones de inversión hasta 2020 y llevará a la Junta a recuperar el 3% del presupuesto en I+D.
Herrera siempre ha destacado la I+D en sus discursos. Hubo un tiempo en el que del dicho al hecho no había trecho. Se lo creía y lo practicaba. Pero llegó la crisis, y al revés de lo que predica en la portada de la llamada RIS3, la inversión de la Junta se desplomó. Basta mirar el desolador balance que el Ejecutivo hace de su propia práctica: consejerías que apenas han ejecutado el 33% del gasto. ¿No dice Herrera que “estas políticas son aún más relevantes en una situación de crisis”?
Miremos al futuro. Estamos muy por debajo de España –la mitad que Europa– en porcentaje de gasto en I+D sobre el PIB (0,99% frente al 1,24%). ¿Cree Herrera que con su nuevo conservadurismo llegaremos al 2% prometido?
Castilla y León no puede permitirse esta atonía. La administración debe operar con el ejemplo; es la mejor educación y la forma de retener talento. No son pocos los pequeños empresarios que se quejan del comportamiento del Ejecutivo. Algunos hablan de oligarquía y vasallaje de los altos cargos en relación con las pymes innovadoras. Hay poca receptividad, salvo honrosas excepciones. Decenas de pequeños empresarios de las TIC, el sector que utiliza todo tipo de empresas, se quejan de la escasa colaboración de la Junta mientras rozan la sumisión con las grandes. De nuevo, hay un trecho del dicho al hecho.
Esta Comunidad tiene en León un polo tecnológico de primer nivel en torno al Incibe –el Inteco para los que desde el principio nos lo hemos creído–, que corre el peligro de deslocalizarse si no hay un frente que lo impida. El Incibe es la envidia de muchos y el caramelo de más de un ministro del gobierno de Rajoy. ¿Alguien puede entender que Herrera no haya pisado aún este centro líder europeo en ciberseguridad y foco de desarrollo para pequeñas empresas locales? Quizás no haya tenido tiempo y espere al siguiente mandato para visitarlo. A ver si el ministro Soria se la vuelve a jugar.