Diario de Valladolid

Creado:

Actualizado:

DÍAS de niebla. La niebla es una buena metáfora de la situación general en la actualidad. La niebla de la incógnita: la niebla que no deja ver lo que hay detrás de ese denso vapor que nos rodea como una humareda de presagios; como nubes en pena que descendieran a devorar los campos, a tragarse a las ánimas más desvalidas, las que están a punto de rendirse porque ya no pueden más o de morir de frío a la intemperie. Días de dudas. Días de espera; de esperar que la niebla levante.

Habíamos casi olvidado su belleza cruel, que nos ciega, nos aísla y nos arrasa. Esta niebla que -según anunciaban los pronósticos del tiempo- se quedará todavía hasta hoy entre nosotros. En Valladolid, la niebla -cuando llega- es implacable: los ríos se confunden con el cielo en un tenue horizonte de desmemoria gris; porque parece que los paseantes se evaporan al llegar al final del sendero, que las luces palidecen como espíritus y nuestras vidas desaparecen en el silencio tras dejar en el aire un tímido vaho. Cae sobre cada cosa el manto aniquilador de la nada.

Los puentes se esfuman. Las farolas se suicidan. Los árboles sucumben ante su propio encantamiento y dejan de resultar visibles. Sólo la sugerencia de una rama, de una leve copa, nos avisan de que siguen ahí. Y los bancos de piedra se hunden en la tierra. Esto es el Pisuerga, sí, señores, pero como no hay quien distinga nada un poco más allá podría ser también el Támesis. Como ya dijo un poeta: “el tiempo y el lugar no importan”. Y hoy menos que nunca. “Quise bien a estas ciudades, quise bien al río (…) los hombres y mujeres a lo que vi, me eran todos muy cercanos”.

La niebla como metáfora del futuro. No sabemos lo que, finalmente, será de nosotros mañana. Y es verdad que el lugar no importa tanto, pero éste es el nuestro. La niebla como enigma. No nos deja ver qué hay más adelante, qué gentes, qué protagonistas, qué sucesos; pero intuimos que todo ello está ahí detrás. No tengamos más miedo. Avancemos y la niebla se disipará.

tracking