Diario de Valladolid

La tularemia ataca de nuevo

La bacteria, presente en más de 200 especies, vuelve a aparecer mientras se piden medidas de precaución también en la pesca / Se contagia por contacto directo con animales infectados

Un redejón contiene unas pocas decenas de cangrejo rojo, listos para el consumo.-LEONARDO DE LA FUENTE

Un redejón contiene unas pocas decenas de cangrejo rojo, listos para el consumo.-LEONARDO DE LA FUENTE

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Leonardo de la Fuente

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Los aficionados a la pesca regionales deberán de tomar las debidas precauciones a la hora de realizar la actividad deportiva tras la detección de varios casos de tularemia en humanos en algunos municipios palentinos. Entretanto, se permanece a la espera del diagnóstico que se está realizando a más personas, que podrían haberse contagiado en algunas comarcas de la comunidad, sobre todo en Tierra de Campos tras haberse detectado una fuerte presencia de topillos campestres en sus términos.

Sin tratar de alarmar a la población por la aparición de varios casos de tularemia en humanos, la enfermedad, que por otro lado es de declaración obligada en el momento en que aparezca un solo caso, sí hay que recordar que el agua es uno de los principales vehículos para la propagación de la bacteria, pues no son pocos los cadáveres de algunos animales, principalmente topillos, los que sucumben en acequias o canales y que pueden servir como vectores para contaminar las aguas y como comida, por ejemplo, de cangrejos u otras especias.

La tularemia recibió este nombre tras ser detectada en 1912 por el doctor Edward Francis en el Condado estadounidense de Tulare (California), de ahí que a la bacteria se la bautizara con el nombre de Francisella tularensis.

Desde entonces se ha identificado su presencia a nivel mundial, afectando exclusivamente al hemisferio norte. Los primeros diagnósticos en España se registraron en 1997 en Castilla y León, donde hubo 513 casos en humanos. Posteriormente, y tras un episodio donde fueron las liebres las principales protagonistas y damnificadas de aquel episodio del siglo pasado, en el año 2007 un nuevo repunte de la enfermedad, motivada principalmente por una plaga de topillo campestre (Microtus arvalis) hizo que la enfermedad volviera a ser declarada en la Comunidad, aunque con menores consecuencias que en el primer embate, 507 casos, pues ya se sabía la fórmula para controlar la enfermedad en humanos en unos pocos días mientras que en 2014, fueron 112 las personas afectadas.

En esta ocasión la bacteria se ha vuelto a hacer fuerte y en algunos pueblos palentinos ya ha afectado hasta cuatro personas que ha tenido contacto directo con alguna de las más de 200 especies que son susceptibles de contagiar la enfermedad.

En este sentido, desde el Servicio de Información de Salud Pública de la Junta de Castilla y León, Rufino

Álamo Sanz manifestó a EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN que en el caso de la pesca deportiva, al encontrarse en plena temporada, «hay que tener en cuenta que el agua es uno de los principaleS vehículos y donde la bacteria de la Francisella tularensis existen evidencias de que mantiene su ciclo vital. El pescador debe de saber que el agua es un medio de transmisión de la bacteria, al contaminarse por animales infectados o sus excretas que por alguna circunstancia vayan a parar a las acequias, canales o ríos.

La bacteria se contagia por contacto directo con animales infectados, su ingestión o la inhalación en zonas muy contaminadas. Únicamente debe consumirse agua con garantías sanitarias. Por supuesto nunca hay que beber el agua de fuentes, ni manantiales. Asimismo el aficionado a la pesca, sobre todo el cangrejero, deberá de tomar la precaución de manipular sus capturas con guantes, igual que si fueran cazadores quienes manejarán sus piezas.

En el caso de los cangrejos, porque el crustáceo podría producir alguna herida y a través de esa herida al pescador al tratar de manejarlos y en función del agua donde provenga podría contagiarse, pero también podemos decir que no se ha aislado la bacteria de la tularemia en ningún cangrejo aunque, si un animal proviene de aguas donde haya animales muertos infectados no es improbable contagiarse por encontrarse éstos en un medio muy apropiado para ser portador de la bacteria», señalaron desde el Observatorio de Salud Pública.

«También -prosigue Rufino Álamo- es bueno recordar que a la hora de consumir los animales que se hayan capturado o cazado, en el caso de los cangrejos, éstos deben de estar tratados suficientemente al calor a una temperatura que sea de 70 grados, como mínimo, y que la temperatura haya llegado al centro del producto, es decir, que no basta un vuelta y vuelta para contrarrestar a la bacteria. Igualmente conviene recordar que si alguien tuviera animales sospechosos de haber sido capturados en zonas susceptibles de albergar tularemia, y que estuvieran congelados, que el frío no es suficiente para combatir la bacteria, ya que ésta se elimina a través del calor», matizó Rufino Álamo.

DESDE LA OTRA ORILLA: Pesca con cebador en el EDS de Santa Teresa

El Escenario Deportivo Social del pantano salmantino de Santa Teresa acoge mañana la segunda de las tres pruebas del Autonómico de pesca de Agua Dulce con cebador, o feeder. La prueba salmantina es la segunda de las tres mangas que conforman este campeonato tras la celebrada el pasado 7 de abril en el Escenario Deportivo Social del pantano de San José, en Castronuño, Valladolid, y volverá a concitar la atención de los aficionados a esta modalidad de pesca el próximo 6 de octubre en el Escenario Deportivo Social de San Miguel del Pino, en las aguas del río Duero a su paso por la localidad vallisoletana.

La final regional es selectiva para conformar el equipo oficial que participará en el Campeonato de España de 2020. Recientemente se celebró el Nacional de 2019 de esta especialidad en el Canal de Castrejón, en Toledo, donde Castilla y León ocupó el último puesto de la general por escuadras.

AGUA VA...: Discreta actuación de España en el Europeo de salmónidos

La selección española de pesca concluyó su participación en el XXV Campeonato de Europa de salmónidos mosca disputado en Montenegro en la sexta plaza de la clasificación, un discreto puesto tras los éxitos del deporte de la caña en esta disciplina en los últimos cinco años. El Europeo fue ganado por la República Checa por delante de Eslovenia y de Bosnia Herzegovina. En el apartado individual ganó el pescador francés Jaen Guillaume Mathiéu. Los pescadores de la selección nacional en esta ocasión no pudieron estar a la altura que de ellos se esperaba y únicamente dos de ellos concluyeron entre los 10 primeros, siendo Ander Pérez Larruskain el mejor clasificado en el sexto puesto. Francisco Cabrera fue séptimo, el leonés Rubén Santos Becerro ocupó el puesto 33, Daniel Martín Barrachina el 37 y el también pescador de León Luis Alfonso González Ibán el 56. Participaron 20 selecciones con 100 pescadores en liza.

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