PRIMARIAS EN EL PSOE
Díaz anticipa una clara victoria en avales para las primarias del PSOE
El jueves concluye el plazo de recogida de firmas, primer termómetro sobre las elecciones internas en el partido. La presidenta andaluza carga contra el exlíder por defender ahora que Catalunya es una nación
La carrera por el liderazgo del PSOE se mantiene abierta, conSusana Díaz y Pedro Sánchez como favoritos para ganar lasprimarias del 21 de mayo, pero todos los dirigentes del partido tienen claro quién vencerá en la primera etapa de este proceso. El próximo jueves se cierra el plazo para recoger avales entre los militantes socialistas (se necesitan 9.368 firmas, un 5% del censo, para convertirse en candidato a la secretaría general) y ahí la presidenta de Andalucía no tiene rival. Tanto su equipo como los de Sánchez y Patxi López, el tercer aspirante, dan por hecho que Díaz sacará mucho mejor resultado que sus contrincantes.
En un momento en el que empieza a extenderse el nerviosismoentre sus partidarios ante la capacidad de convocatoria de Sánchez, la presidenta de la Junta quiere trasladar, mediante una hipotética victoria en avales, la sensación de que su triunfo en las elecciones internas es inevitable. “No sé cuántos avales tendré, pero estoy feliz del cariño que estoy recibiendo. Algo me dice que estas primarias van a ser el inicio de la recuperación del PSOE”, ha dicho este martes Díaz en RNE.
Miembros de su equipo anticipan que el número de firmas de afiliados respaldando su candidatura, que también cuenta con el visto bueno de los principales barones y dirigentes históricos del partido, rondará los 40.000. En la gestora tienen la misma impresión. "Va a sacar muchos", señala un miembro de la dirección provisional.
Los colaboradores de Sánchez, en cambio, sostienen que su probable triunfo este jueves no prefigura nada sobre el desenlace finalen la votación del 21 de mayo. Subrayan que los avales son públicos, porque los militantes tienen que firmar, y muchos de ellos pueden sentirse obligados por sus aparatos, mayoritariamente ‘susanistas’, a dar ese paso. Pero el voto, continúan, “es secreto” y allí “dejarán claro que están en contra de Díaz y la abstención para dejar gobernar al PP”, una traumática decisión que la presidenta defiende.
La última batalla de estas características, sin embargo, no sustenta esta tesis. En el 2014, Sánchez, que entonces era un diputado casi desconocido pero tenía detrás a las principales federaciones socialistas, incluida la andaluza, reunió 41.338 avales, frente a los 25.238 de Eduardo Madina y los 9.912 de José Antonio Pérez Tapias. Y después ganó las primarias con amplitud: obtuvo el 49% de los votos, 13 puntos más que el diputado vasco, que ahora, dentro del continuo cruce de lealtades que vive el PSOE en los últimos tiempos, es uno de los más significados valedores de Díaz.
ESCASO DEBATE
Cuando faltan menos de 20 días para la votación, la campaña socialista avanza sin grandes sobresaltos ni debates de fondo. Pese a haber llegado hace tres años al liderazgo del PSOE (que perdió el pasado octubre) gracias al apoyo de los barones, Sánchez se presenta como el único aspirante “de las bases”. López, que en principio ocupará la tercera posición, resalta su capacidad para “unir” frente a la polarización del exsecretario general y de la presidenta de Andalucía. Y Díaz insiste en su capacidad para “ganar” elecciones, un mensaje que ha vuelto a trasladar en la entrevista de este martes, en la que también ha aprovechado para cargar contra Sánchez por defender ahora que Catalunya “es una nación”, en contra de la doctrina oficial del PSOE, que él mismo defendía hasta hace unos meses, plasmada en un documento llamadoDeclaración de Granada.
“Yo sigo defendiendo la Constitución y Granada. Lo que él [Sánchez] propone no está en Granada y él lo tiene que saber porque ha sido secretario general”, ha argumentado Díaz, que no ha vuelto a hablar con el exsecretario general desde el cruento comité federaldel pasado 1 de octubre, en el que Sánchez, al comprobar que estaba en minoría, se vio obligado a dimitir. “No hemos coincidido”, ha explicado.