Diario de Valladolid

MUNDO AGRARIO

Los jornales agrarios suben un 7,9% en Castilla y León

Supone casi un punto menos que la media del país, que repunta un 8,7% . Solo los peones ganaderos y los trabajadores cualificados en actividades agropecuarias mixtas van por encima en la región

Jornaleros en la recogida de patatas en la localidad vallisoletana de Villamarciel. Rubén Cacho. - ICAL.

Jornaleros en la recogida de patatas en la localidad vallisoletana de Villamarciel. Rubén Cacho. - ICAL.

Publicado por
Santiago G. del Campo
Valladolid

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Los salarios agrarios subieron un 7,9% por término medio en Castilla y León en 2023 , según la estadística ‘Índices y salarios agrarios’ recién publicada por la Subsecretaría de Agricultura, Pesca y Alimentación y la Subdirección General de Análisis, Coordinación y Estadística. Supone ocho décimas menos que el conjunto nacional, en los que las percepciones de los trabajadores del campo subieron un 8,7%.

En el conjunto nacional, el salario medio general de los trabajadores agrarios subió de los 50,6 euros al día (E/día) percibidos en 2022 a los 55,0 E/día percibidos en el ejercicio 2023 , con datos recién cerrados. Pero el incremento no es el mismo dependiendo de la Comunidad autónoma o del tipo de trabajo desarrollado. 

Así, mientras en el índice general Castilla y León sube por debajo de la media, en dos ocupaciones concretas, los peones ganaderos y los trabajadores cualificados en actividades agropecuarias mixtas, suben por encima.

Esta estadística tiene como objetivo proporcionar información relacionada con la ganancia media por persona trabajadora, en euros al día (E/día), es decir, con el salario o jornal. Se obtiene como resultado de la suma del salario efectivo, la cuota de la Seguridad Social a cargo de la persona empleada y los complementos en especie. Las personas trabajadoras por cuenta ajena en actividades agrarias, perceptoras de los citados salarios, se agrupan en esta operación, según sus tareas y competencias, de acuerdo con las categorías establecidas en la vigente Clasificación Nacional de Ocupaciones (CNO11).

La estadística calcula, así, el precio de la jornada de trabajo, pero no establece un salario medio al modo que lo hace el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su estudio sobre Mercado de trabajo y pensiones en las fuentes tributarias, que tiene como último ejercicio con datos cerrados el 2022. En ese informe, el INE apunta un incremento del salario medio del sector Agricultura, Ganadería, Silvicultura y Pesca del 6,3% entre el año 2021 y 2022, al pasar de los 12.045 a los 12.804 euros anuales en Castilla y León, donde hubo en ese ejercicio 28.807 asalariados. Eso es reflejo del carácter, generalmente temporal o discontinuo, de los trabajos del campo.

En la estadística del INE, Castilla y León es la séptima Comunidad de la tabla en salario medio anual , un ranking en el que el primer puesto lo ocupa Cantabria, con un salario medio del trabajador del campo de 19.734 euros, seguido de Galicia, con 17.786 y Asturias, con 14.773. En  los últimos puestos están Aragón, con 6.949 euros; Extremadura, con 7.646 y La Rioja, con 8.670. En todo el estado se contabilizó un total de 594.654 asalariados, con un salario medio anual de 9.803 euros.

Volviendo a la estadística sobre ‘Índices y salarios agrarios’, como se ha dicho, los incrementos no son los mismos en función de la actividad de que se trata dentro del sector agrario. Así, los trabajadores cualificados en actividades agrícolas (excepto en huertas, invernaderos, viveros y jardines), incrementaron su salario un 7,6% en el conjunto nacional entre 2022 y 2023, de los 55,2 a los 59,4 E/día. La subida en Castilla y León fue tres décimas menor, de un 7,3%.

Los trabajadores cualificados en huertas, invernaderos y viveros vieron incrementar su salario un 8,2% en España desde los  55,1 de 2022 a los 59,6 E/día de 2023. En el caso de Castilla y León la subida fue del 6,8%. La diferencia es mayor en el caso de los trabajadores cualificados en actividades ganaderas (incluidas avícolas, apícolas y similares), cuyo salario subió un 10,1% en el conjunto del país de los 53,8 a los 59,3 E/día. En la Comunidad Autónoma la subida se quedó en el 7,5%.

El sueldo de los peones agrícolas también creció ligeramente menos que en España, donde lo hizo un 9,1% entre 2022 y 2023, desde los 48,2 a los 52,6 E/día. En Castilla y León la subida se limitó al 8,5%. Lo mismo ocurrió con los peones agropecuarios, que en el conjunto nacional subieron un 9,2% de los 48,6 a los 53,0 E/día, mientras en la Comunidad lo hicieron en un 6,7%. En cuanto a los operadores de maquinaria agrícola móvil, incrementaron su salario un 10,3% de los 53,0 a los 58,5 E/día, aunque solo subieron un 8,6% en Castilla y León.

Sobre la media

Las únicas dos ocupaciones que vieron incrementar su salario por encima de la media nacional fueron los peones ganaderos, que en el conjunto nacional subieron un 8,2% de los 51,6 a los 55,9 E/día , mientras en la Comunidad lo hicieron en un 8,7%, y los trabajadores cualificados en actividades agropecuarias mixtas, que en el conjunto del país vieron subir su salario un 8,9% de los 51,3 a los 55,8 E/día, mientras en Castilla y León ese salario se incrementó medio punto más, un 9,4%.

Por comunidades autónomas, y siempre según esta estadística ‘Índices y salarios agrarios’ de la Subsecretaría de Agricultura, Pesca y Alimentación, Castilla y León es la quinta de España que más incrementa el salario medio agrario, con ese 7,9% mencionado, justo por debajo de Madrid, que registra el 9,3%. Murcia encabeza la tabla de incrementos, un 28,7%, mientras Galicia ocupa el segundo lugar con un 15,4% y Extremadura el tercero, con un 13,6%. En la otra cara de la moneda, dos comunidades autónomas bajan su salario agrario medio y ocupan así los últimos lugares de la tabla. Son las islas: Baleares, donde desciende un -0,3%, y Canarias, con un -0,1%.

Hay que tener en cuenta que el ámbito poblacional de este estudio comprende a las personas trabajadoras por cuenta ajena en el Régimen General o en el Sistema Especial de Trabajadores Agrarios. La propia condición de salario excluye a empresarios o trabajadores por cuenta propia, miembros de cooperativas, ayudas en la empresa o negocio familiar y en otra situación. Además, del total mensual de afiliados a la Seguridad Social se descuentan ocupaciones no contempladas en la Encuesta, como jardineros, veterinarios no dedicados a la ganadería, trabajadores de la caza, etcétera.

Una de las actualizaciones de esta operación consiste en el uso de la Clasificación Nacional de Ocupaciones de 2011 (CNO11) para catalogar a las personas trabajadoras según sus tareas y competencias. Se han seleccionado ocho tipos de ocupaciones, con diferencia notables en cuanto a la estacionalidad de algunos trabajos, inherente al desarrollo de la actividad agraria y el diferente grado de cualificación necesario para la realización de determinadas tareas.

Por poner un ejemplo, el apartado ‘Trabajadores cualificados en actividades ganaderas (incluidas avícolas, apícolas y similares)’ incluye a los trabajadores de ganado vacuno, en general; esquiladores; pastores; trabajadores de ganado ovino y caprino; porcino en extensivo; porcino en intensivo; trabajadores de la cría de abejas; encargados o capataces de explotación avícola; sexadores de polluelos trabajadores de la cría de aves y de conejos; encargados o capataces de ganadería en general; trabajadores de la cría de animales para peletería, de caballos y de la ganadería, en general.

Renta agraria

La estadística llega en plena tempestad por las protestas del sector agrario, que denuncian estos días lo que consideran datos «engañosos» respecto a la renta agraria. Ha subido, pero esa subida no ha llegado a los bolsillos de agricultores y ganaderos. Así lo denunció la pasada semana Coag, en la presentación de su nueva revista, que recoge cómo la renta agraria en términos reales en 2023 experimentó una subida del 5,5% respecto a 2022 , según la 1ª estimación publicada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa). 

Sin embargo, «si comparamos la renta agraria real de 2023 con la de la media de los últimos cinco años (2019-2023), podemos observar que se encuentra un 1,1% más alta , tal y como refleja el análisis realizado por el Departamento de Economía Agraria de Coag. Pero si abrimos el foco y observamos la evolución en términos reales desde 2003, se puede concluir que, en 20 años, el sector ha perdido un 15% de la renta agraria en términos reales».

Según la Organización Profesional Agraria, el aumento de la renta agraria en 2023 se produce tanto por el ascenso del valor de la producción (que alcanza un nuevo máximo de la serie con 65.081 millones de euros), como por la caída del precio de los costes de producción. Sin embargo, no todos los sectores evolucionaron de la misma forma.Así, siempre según el estudio de Coag, la producción vegetal descendió un 3,4%, debido a caída en el volumen producido (-11,7%), contrarrestada en parte por la subida de las cotizaciones (+9,4%). 

El comportamiento ha sido desigual por sectores. Mientras las caídas de producción se situaron en sectores como aceite de oliva (-59%), cereales (-35%) o vino y mosto (-21%), en precios se dio incremento en aceite de oliva (71%), plantas forrajeras (36%), frutas (13%), hortalizas (9,5%) y patata (7%). El sector de los cereales sumó a la caída de producción la bajada de precios (-24%). En cuanto a la producción ganadera se incrementó el valor un 13,4% debido al aumento de los precios en un 16,3%, mientras que el volumen producido descendió un 2,5% respecto a 2022. Los principales descensos productivos se dieron en ovino y caprino (-10%), y bovino (-7%), con incrementos en las producciones avícolas

«Varios de los capítulos con mayor peso en los costes de producción de las explotaciones agrarias descendieron en su precio respecto a 2022: energía y lubricantes un -31,9%, fertilizantes un -27,4% y los piensos con un -1,3%», continúa explicando Coag en su estudio. «Esta bajada se ha reflejado de manera paralela en el valor de esas partidas, excepto en el caso de los fertilizantes en los que se ha producido un significativo aumento de la cantidad utilizada respecto a la campaña del año anterior (19%) que ha compensado la caída de la cotización». También cayó el valor de servicios de intermediación financiera (-7,8%), fitosanitarios (-0,9%) y gastos veterinarios (-0,4%).

Productividad

Según un reciente informe del Consejo Económico y Social de Castilla y León (CES) sobre el sector agroalimentario en la Comunidad, la productividad de la mano de obra en Castilla y León es inferior a la media nacional para los diferentes indicadores considerados, aunque en conjunto es superior cuando se tienen en cuenta las subvenciones percibidas por las explotaciones. 

El sector más productivo, con gran diferencia sobre los demás, es el correspondiente a las explotaciones especializadas de producción de granívoros. «Si se tiene en cuenta la dimensión de la explotación, cabe destacar que aquellas de más de 50 UDE (Unidad de Dimensión Económica), es decir, de más de 50.000 euros de producción estándar total (PE), igualan o superan la productividad nacional media y, sin subvenciones, solo las de más de 100 UDE (100.000 E de PE). Además, las explotaciones de menos de 50 UDE tienen una baja productividad de la mano de obra», señala el informe.

Según el último balance anual de Asaja, «en noviembre de 2023 Castilla y León registraba 60.479 afiliados en la actividad agraria, lo que supone un ligero descenso respecto a 2022 (60.910). Castilla y León soporta el 5,99% de afiliados a la seguridad social en esta actividad en España, ligeramente por encima de 2022».

De esos 60.479 afiliados, 37.685 (el 62%) se encontraban inscritos en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (Reta) y 22.794 (el 38%) en el Régimen general (trabajadores por cuenta ajena). Se trata de «ratios de distribución totalmente opuestos al ámbito nacional, donde en el Reta están tan sólo el 26% de los afiliados en esta actividad económica y el 74% restante en el régimen general», explica la Opa. «Esto es debido al tipo de agricultura de Castilla y León, extensiva y de producción continental».

Los datos muestran que este descenso de autónomos «se debe al descenso de los afiliados al Sistema Especial de Trabajadores por cuenta propia agrarios (Seta) que no compensa los leves incrementos de los autónomos del Reta (agravado además porque que aquí también se incluyen los forestales y los de la acuicultura)». Por ello, desde Asaja solicitan «que se revisen las condiciones del sistema especial agrario para que no continúe la pérdida de activos en un sector tan importante para la economía como es el sector agrario.

Asaja ya apuntó que al ser el SMI de 2023 un total de 1.080 euros al mes en 14 pagas (15.120 euros brutos al año). A los trabajadores temporeros a los que se pague la parte proporcional de domingos y festivos, así como las gratificaciones extraordinarias, «el salario diario no podía ser inferior a 51,51 euros».

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