Diario de Valladolid

BURGOS

La producción de cereal de invierno disminuye un 31%

ESTUDIO. Los Campos de Ensayo 2019 estiman la cosecha en 4,8 toneladas en Castilla y León, lo que supone un 17% menos respecto a la producción media de los últimos cinco años

Un nutrido grupo de agricultores burgaleses visitó, en el mes de junio, los Campos de Ensayo para comprobar in situ el estado de las parcelas en Cerratón de Juarros.-ECB

Un nutrido grupo de agricultores burgaleses visitó, en el mes de junio, los Campos de Ensayo para comprobar in situ el estado de las parcelas en Cerratón de Juarros.-ECB

Publicado por
A. VALDENEBRO
Valladolid

Creado:

Actualizado:

La sede de la Fundación Caja Rural Burgos acogió la semana pasada las jornadas de resultados de los Campos de Ensayo. El estudio se ha realizado en las localidades burgalesas de Cerratón de Juarros, Zael y Fresnillo de las Dueñas. La exposición fue realizada por el responsable del Plan de Experimentación Agraria del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL), Gabriel Villamayor.

La principal conclusión del estudio es que «los cambios en la meteorología y en el suelo han marcado esta nueva campaña», explicó Villamayor. A causa de la situación metereológica, la cosecha de cereal de invierno de 2019 en Castilla y León «se estima en 4,8 millones de toneladas», lo que representa una disminución del 17% respeto a la producción media de los últimos cinco años, que era de 5,8 millones de toneladas, y muy inferior a los más de 7 millones de toneladas de la campaña anterior, lo que supone una caida de el 31% de la producción. Con las estimaciones actuales y la situación de precios, el valor económico de la cosecha «será de unos 870 millones de euros, muy inferior a los 1.200 millones de euros de la campaña pasada».

Desde el punto de vista climatológico, la campaña cerealista 2018/2019 se ha caracterizado por la escasez de lluvias en los meses de septiembre y octubre y unas altas precipitaciones en el mes de noviembre, lo que ocasionó siembras con poca humedad para los que apostaron por siembras tempranas o retraso en la siembra, por no poder realizarse en el mes de noviembre. Por otra parte, las altas temperaturas en los meses de febrero y marzo, unido a la casi ausencia de lluvias, afectaron de manera notable a los rendimientos. Todo esto hizo que la cosecha, estuviera por debajo de la media.

Aunque los efectos de la sequía afectaron a todo el territorio de secano de Castilla y León, fueron muy severos en la mitad occidental y centro de la Comunidad con reducción de la producción entre el 30 y el 50%, y en algunas zonas incluso superior. Las zonas más afectadas son Demanda y La Ribera en Burgos.

Como dato, su la media anual de precipitaciones en Castilla y León está en torno a los 450 mm anuales, en esta campaña entre los meses de octubre a julio se han recogido unos 230 mm, en la zona sur, alrededor de 350 en zonas más centro-norte y se han superado en esos meses, los 400 mm en las zonas más al norte.

El rendimiento medio del cereal, calculado como media ponderada entre el secano y regadío, se estima cercano a los 2.670 kilogramos por hectárea, un 13% inferior a la media de los últimos cinco años. En secano, los rendimientos medios alcanzan los 2.450 kilogramos por hectárea y en regadío los 4.570 kilogramos.

En el caso del trigo, el rendimiento se encuentra en torno a los 2.770 kilogramos por hectárea, un 18% por debajo de la media de los cinco últimos años. Similares rendimientos presenta la cebada, que está sobre los 2.740 kilogramos por hectárea, un 7% inferior a la media de los cinco últimos años. En secano, el trigo presenta unos rendimientos de 2.500 kilogramos por hectárea y la cebada de 2.550 kilogramos por hectárea, lo que muestra que ésta ha tenido una mejor adaptación a la sequía.

En cuanto a especies, el trigo blando ha perdido la hegemonía con 804.309 hectáreas, lo que representa 70.000 hectáreas menos que la campaña anterior. La cebada, sin embargo aumentó su superficie en 50.000 hectáreas, llegando a las 812.226 hectáreas, volviendo a ser el cultivo con mayor superficie en Castilla y León. El trigo duro ha visto frenado su incremento, donde llegó a las 8.000 hectáreas en 2017, volviendo a disminuir su superficie, siendo esta campaña de 3.002 hectáreas.

Destacar que el aumento de superficie de la avena, que en los dos últimos años había llegado a 117.344 hectáreas, en esta campaña sólo se cultivaron 65.889 hectáreas. Por el contrario, el centeno, mantiene su tendencia al alza, llegando en esta campaña a las 98.638 hectáreas, impulsado por los centenos híbrido.

Los precios de los cereales, cada vez están más ajustado para la rentabilidad de las explotaciones, hace que toda la información que se reciba para mejorar los rendimientos se considera muy valiosa. Castilla y León es una región eminentemente cerealista desde el punto de vista agrario. Es la primera en superficie y producción, lo que representa algo más de la tercera parte de la superficie y producción de nuevas variedades que hace que ITACyL realice la evaluación de nuevas variedades de cereales, encuadrada dentro de la red de ensayos que el Grupo para la Evaluación de las Nuevas Variedades de Cultivos Extensivos (Genvce) desarrolla a nivel nacional en diez Comunidades Autónomas, y en las que participan además, la Oficina Española de Variedades Vegetales (Oevv), el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria (Inia) y la mayoría de empresas obtentoras de cereales.

tracking