Diario de Valladolid

CHD

Una campaña garantizada en un contexto de sequía

VERANO: La CHD insta a hacer un «uso responsable» del agua con la «mentalidad de ahorro» que debe formar parte de la «cultura del riego»

El embalse de Las Cogotas, en una imagen de archivo, por debajo de la mitad de su capacidad.-M. MARTÍN

El embalse de Las Cogotas, en una imagen de archivo, por debajo de la mitad de su capacidad.-M. MARTÍN

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Elsa Ortiz

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Racionalizar el consumo de agua. Esta es la máxima que la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) iza como bandera al comienzo de cada campaña, con independencia de lo que dicten las expectativas para la misma. La «mentalidad de sequía y ahorro» siempre gana el pulso, para blindar la presente en el peor de los casos y con vistas de futuro en el mejor de ellos.

El año pasado fue de los segundos. Y su remanente, que alcanzó el 50%, está haciendo las veces de escudo en un campo de batalla completamente seco. La mella de la escasez de precipitaciones es palpable y los embalses no son una excepción a esta regla. «Evidentemente están un poquito más bajos», reconoce el comisario de aguas del organismo antes de matizar que la situación es «muy parecida» a la que ya anunciaba la llegada del verano. «No ha revertido. Los sistemas que estaban con problemas siguen con ellos. No han experimentado grandes cambios», valora Ignacio Rodríguez para detenerse en el de Las Cogotas, cuyos indicadores arrastra los «peores resultados».

Antes de profundizar en su valoración, el responsable de la CHD rompe una lanza a favor de la normalidad. «En esta época del año es cuando se producen los mayores consumos», asevera Rodríguez para concretar que julio es el mes que «más volumen» demanda para el riego. Según los últimos datos disponibles, que reflejan esta afirmación, los embalses gestionados por la CHD se encuentran al 65,4% de su capacidad total, siete puntos porcentuales por debajo de la media de esta década.

ANÁLISIS

«La campaña está garantizada». Este mensaje, con el que encendió sus motores, sigue teniendo sentido. Lo tiene con un pero: «unas dotaciones inferiores a las óptimas» en algunos sistemas. En este sentido, el responsable de la Confederación matiza que «desde el momento en que las Juntas de Explotación advierten de la disponibilidad de agua a principio de la campaña, los regantes pueden adaptar sus planes de cultivos a las circunstancias».

Rodríguez señala al subsistema Adaja para ejemplificar esos niveles por debajo del óptimo. «Sobre una garantía de casi 6.000 metros cúbicos por hectárea y año, este año se ha rebajado un tercio hasta los 2.000», traduce para insistir en que los agricultores de la zona «cuentan con esta información desde marzo y adaptan sus cultivos a la disponibilidad de agua».

Las luces de emergencia parpadean en Las Cogotas, que se ubica por debajo del 30% de su capacidad. Cuenta con 17,4 hectómetros cúbicos embalsados frente a los 52,3 del año pasado y los 59 que abarca su capacidad.

El pilotito rojo también brilla, aunque con menos intensidad, en el Alto Tormes y el Cega. Otros sistemas con «ciertas restricciones» son Carrión, Pisuerga y Bajo Duero. «La limitación en las dotaciones permite sacar adelante los cultivos cumpliendo unos mínimos de producción», asegura el responsable de la CHD, remarcando que sí se alcanza en otros.

Rodríguez deja de lado los «indicadores de escasez de agua» para hacer hincapié en que «las medidas de racionalización del consumo son siempre aplicables». Esta «idea de ahorro» debe, a juicio de la Confederación, «formar parte de la cultura del riego con independencia del agua que tengan los embalses o de las lluvias que caigan». Con este escenario de fondo, resalta el cambio que la agricultura de regadío de la cuenca ha experimentado en los últimos 20 años, con el impulso que las «modernizaciones» han dado a un «menor consumo» al que también ha contribuido la asimilación, por parte de estos profesionales, basada en su propia experiencia y reforzada con la eficacia que procuran las nuevas maquinarias, de que «se puede hacer lo mismo o incluso más con bastante menos agua».

Un «uso responsable» es la recomendación por excelencia de la CHD. «Todo el mundo debería de tener la mentalidad de sequía, independientemente de que la haya o no. Es decir, no consumir de más solo porque los embalses estén bien», aboga antes de insistir en que la clave está en mantener «la idea de ahorrar» teniendo en cuenta el importante papel que juega el remanente en la siguiente campaña, como ha ocurrido en esta.

REAL DECRETO

La «situación excepcional» que sacude a la Comunidad, en un año en el que las lluvias se hacen mucho de rogar, ha llevado a la Junta de Gobierno de la CHD a solicitar al Ejecutivo central, a través del Ministerio para la Transición Ecológica, la tramitación de un Real Decreto de Sequía con medidas excepcionales para aquellas zonas con la luz roja encendida: Adaja, Alto Tormes y Cega. «La legislación vigente recoge mucha capacidad de maniobra, pero un Real Decreto habilita otras actuaciones extraordinarias como puede ser una obra de emergencia», apunta.

Este organismo de gestión del agua contempla el resto del periodo estival sin «ninguna» perspectiva dado que las predicciones meteorológicas «no permiten mirar más allá de una semana». Sin embargo, Rodríguez es realista al puntualizar que «lo normal en el verano es que ya no llueva» por lo que hace hincapié en que «lo mejor es seguir trabajando con esa idea» dentro de, sintetiza a modo de conclusión, una campaña garantizada pero sin dotaciones óptimas en algunos casos.

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