Los daños de la fauna salvaje ya superan los 100.000 euros este año

de no ser por los seguros, el abandono del sector ganadero en aquellas zonas donde se habitualmente se registran ataques de animales salvajes sería mucho mayor. Aún así, cada vez más profesionales se ven obligados a echar el cierre ante la impotencia de ver cómo sus reses son heridas de muerte. Los daños son cuantiosos y mantener una explotación se antoja complicado pese a las compensaciones. De hecho, en lo que va de año, la fauna silvestre ha causado un perjuicio económico superior a los 104.400 euros.

Por muy abultada que parezca, esta cifra es tan solo la punta del iceberg, pues se trata únicamente de la cantidad global desembolsada por la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro) a lo largo de 2019. Así pues, quedarían por contabilizar todas aquellas reses que se encontraban sin asegurar o cuyos ataques no se han podido acreditar de manera fehaciente. En cualquier caso, el dato preocupa, y mucho, a las organizaciones profesionales agrarias (Opas), que llevan años denunciando públicamente esta situación con la esperanza de que las administraciones competentes tomen cartas en el asunto.

Al igual que el año pasado, la ganadería bovina vuelve a llevarse la peor parte. Desde enero, Agroseguro ha contabilizado 209 ‘víctimas’ que se traducen en un desembolso de 82.845 euros. Por su parte, los subsectores ovino y caprino -ya inmersos de por sí en una acuciante crisis- han sufrido 45 bajas valoradas en 20.366 euros. Entretanto, el equino apenas ha registrado 10 casos -por aquello de su menor presencia en la Comunidad- que se resolvieron con compensaciones que ascienden a 1.244 euros.

Por el momento, todo parece indicar que la factura será menor a la del pasado ejercicio en Castilla y León habida cuenta de que ya nos encontramos en el ecuador del año. Sin embargo, la fauna salvaje es imprevisible y los repuntes pueden producirse en cualquier época del año. Sea como fuere, los ganaderos de la región afectados en 2018 recibieron una compensación global de 396.182 euros. En total, se registraron 942 ataques.

Con 779 casos debidamente acreditados, las explotaciones de bovino que sufrieron daños recibieron 331.717 euros en concepto de indemnización por parte de los seguros. Mientras, el equino sufrió 11 embestidas mortales por valor de 3.703 euros mientras el ovino y el caprino, siempre incluidos en un mismo apartado, sumaban 152 reses cuya tasación por parte de los peritos ascendió a 60.762 euros. Así pues, Agroseguro confirma a este suplemento que en tan solo año y medio se han producido 1.206 bajas por culpa de la fauna salvaje que arrojan una factura de 500.639 euros.

Lo más llamativo, sin lugar a dudas, es que Castilla y León acapara prácticamente un tercio de los daños económicos provocados en España por los animales silvestres en lo que va de año. De acuerdo a los datos que maneja Agroseguro hasta la fecha, la siniestralidad por este motivo deja un saldo en concepto de compensaciones de 313.186 euros. Curiosamente, esta proporcionalidad no se corresponde con el número de incidentes de esta naturaleza a lo largo de 2019, que en el conjunto del país asciende a 1.614. Por lo tanto, la Comunidad solo ha sufrido el 16,3% de los ataques registrados.

En términos generales, el ovino y el caprino salen peor parados si atendemos a los datos nacionales. Con 1.162 casos en este ejercicio, ambos subsectores han sufrido el 72% de los siniestros, tasados por Agroseguro en más de 83.000 euros. No en vano, la ganadería bovina resulta mucha más cara para las compañías aseguradoras. Ojo al dato, porque las 430 muertes contabilizadas desde enero suman un montante de 221.564 euros.

De nuevo, el equino es el subsector ganadero que más salva los muebles. Por ahora, Agroseguro solo tiene constancia de 22 embestidas -recordemos que casi la mitad se han producido en Castilla y León- que se han compensado con 8.553 euros. El año pasado, 40 caballos fueron mortalmente heridos y la cantidad desembolsada superó los 17.000 euros.

Lógicamente, los pagos más cuantiosos en concepto de indemnización a lo largo de 2018 se formalizaron en el sector bovino. Nada más y nada menos que 734.065 euros para cubrir los costes de 1.404 bajas en explotaciones ganaderas. Tampoco fue baladí el saldo total del ovino y el caprino:234.734 euros para paliar la pérdida de 3.199 ejemplares. El balance no pudo resultar más desolador: 4.643 reses muertas y un desembolso de 985.809 euros, casi el triple de lo que se ha repartido en lo que va de año.