Tres heladas merman la cosecha de cereza en el Valle de las Caderechas

Aprincipios de abril, con la floración a punto, los fruticultores del Valle de Las Caderechas (Burgos) vaticinaban una cosecha de cereza dentro de los parámetros habituales de producción. Es decir, en torno a 200.000 kilos. Por aquel entonces, el director técnico de las marcas de garantía de Cereza y Manzana Reineta de la zona, Eduardo Hernando, señalaba a este suplemento que afortunadamente no se habían registrado «grandes accidentes» ni temperaturas extremas. Nadie bajaba la guardia por si las moscas, ya que la meteorología siempre es imprevisible. Por desgracia, tres grandes heladas en varios puntos de este singular enclave han caído como un jarro de agua fría y la producción final se verá considerablemente mermada.

Aunque «todavía es pronto» para vaticinar hasta qué punto han afectado las heladas a la producción final, Hernando es consciente de que ni de lejos se obtendrá el rendimiento medio de otras campañas. De momento, los fruticultores adheridos a la Marca de Garantía creen que la cosecha podría caer entre un 50 y un 70%, aunque insiste en esperar a que «empiece a engordar la cereza» para ofrecer un porcentaje más exacto.

Lo que está claro es que no todas las zonas del Valle se han visto igual de afectadas. Por ejemplo, las partes bajas «han sufrido bastante». Hernando se refiere a localidades como Salas de Bureba, Bentretea y -en menor media- Aguas Cándidas. Además, las bajas temperaturas también se dejaron notar en algún que otro foco cercano a Oña. En el peor de los casos, la merma productiva rondará 90%. En el mejor, aunque siempre con cautela a falta de confirmación definitiva, las áreas menos perjudicadas podrían oscilar entre el 15 y el 20%.

La helada «más grave», según detalla el presidente de las marcas de garantía del Valle de las Caderechas, fue la de abril «en plena floración». El mercurio llegó a superar los 3 grados bajo cero y el pesimismo comenzó a reinar entre los fruticultores de la zona. Después llegó otra, más moderada, y la última hace poco más de una semana.

Podría haber sido peor. Pese a que la climatología haya jugado en contra de una campaña que se preveía «normal», los árboles darán frutos y la Feria de la Cereza que tendrá el 7 de julio en Aguas Cándidas «se celebrará con normalidad» y género para comercializar. Además, todo apunta a que la cereza caderechiana destacará por su «calidad» y tamaño, dado que «al quedar menos engordará más».

Si por algo se han caracterizado las últimas campañas de cereza en el Valle de las Caderechas es por su imprevisibilidad climatológica. La histórica cosecha del año pasado, con 250.000 kilos certificados por la Marca de Garantía, resarció a los fruticultores de aquel aciago 2017 en el que la producción se resintió más de lo debido, pues apenas se recogió una cuarta parte de lo que viene siendo habitual por culpa de la sequía. Por otro lado, las floraciones tampoco son una ciencia exacta. La del pasado ejercicio llegó más tarde de lo normal y la última antes de lo esperado. Visto lo visto, nunca conviene confiarse antes de tiempo en Las Caderechas.