Espinacas de la huerta de Murcia en Riotuerto
Regadío La empresa Agroherni aterriza en Soria con una treintena de empleados para plantar sus cultivos de verano en una finca de 77 hectáreas
Trabajadores de Agroherni plantando cultivos de verano en Riotuerto en la finca de Enrique Jiménez.-VALENTÍN GUISANDE
En los campos de Riotuerto hay faena estos días. La empresa murciana Agroherni aterrizó hace una semana para preparar el terreno que ha seleccionado, 77 hectáreas donde plantará espinacas, lechugas o brócoli, cultivos de verano que luego tendrán su destino en Reino Unido, fundamentalmente. Se trata de la segunda temporada que Agroherni elige Soria para plantar estos cultivos, dado que se trata de un territorio que se complementa perfectamente con el resto de su zona de producción, más de 2.300 hectáreas, fundamentalmente en el campo de Cartagena, aunque se encuentra presente también en Alicante, Granada y Almería.
Agroherni necesitaba unas tierras altas, cuyas propiedades agronómicas llevaran a una temporada más retrasada que en las comunidades del sur del país donde se encuentra implantada. «Hacía falta para mantener los clientes de zonas europeas donde demandan estos cultivos el resto del verano, aunque también para el mercado nacional, donde tiene presencia en la mayor parte de las grandes superficies». Y Riotuerto, a 980 metros de altitud máxima, cumplía los requisitos.
Así lo explica Enrique Jiménez, propietario de la finca, que tiene arrendados los terrenos a Agroherni, incluidos en su regadío de 175 hectáreas. Una inversión que realizó a título individual para dar más salida a la tierra de secano, eminentemente cerealística. En 2014 consiguió la autorización de la toma de agua del río, y desde entonces ha apostado por los cultivos hortícolas, porque tienen más rentabilidad, a la vez que son productos de una demanda creciente.
El primer año Agroherni empezó con 30 hectáreas, pero dados los resultados este año ha duplicado la superficie, añade el propietario. Estos días una treintena de empleados se encuentran plantando espinacas, lechugas, brócoli e incluso algunas aromáticas, que una vez culminada la temporada, recolectarán y se llevarán a la planta de transformación que tiene la empresa en Murcia.
Cabe destacar que seis de las 77 hectáreas arrendadas las dedicará a productos ecológicos. Enrique Jiménez es uno de los 32 agricultores sorianos que están registrados en el Consejo de Agricultura Ecológica de Castilla y León (Caecyl). «En estas seis hectáreas, Agroherni plantará los mismos cultivos que en el resto, pero cumpliendo con todos los requisitos de los productores en ecológico», explica.
Después de los tres años de espera, de acuerdo con la reglamentación y tras superar todos los análisis de la tierra pertinentes, ésta es la primera temporada que va a cultivar en ecológico. Aproximadamente una hectárea se dedicará a lechuga iceberg y otra para alcachofa. Enrique Jiménez confía en su apuesta por lo ecológico, si bien reconoce que los productos con este sello siempre están en entredicho, tanto por los propios agricultores como por los consumidores, que cuestionan su trazabilidad. «Tenemos que cumplir mil requisitos, entre ellos no echar herbicidas, ni abonos, salvo los autorizados con el sello ecológico también, y el precio de los productos es más alto, pero es mucho más costoso su cultivo, de modo que si los resultados de la temporada no son los esperados igual no compensa». Los productos ecológicos también se envían a Murcia, y de ahí se vende en el mercado nacional, y se destina una parte al internacional.
No obstante, a medio plazo no descarta poner en marcha una transformadora en Soria, para aprovechar al máximo las propiedades de los cultivos en fresco, evitando al mismo tiempo los costes en transporte. Jiménez quiso ser cauto al respecto, porque se trata de un proyecto que se hará realidad en función de cómo vayan las perspectivas de producción. De hecho, para ello Agroherni quiere ir ampliando la superficie en la zona, de cara a obtener los ratios de rentabilidad necesarios. El propietario de la finca cree que se trata de una buena oportunidad también para Soria porque contribuiría a asentar población en una provincia vaciada, y sobre todo el medio rural.
Así, Riotuerto, una localidad pedánea de Cubo de la Solana, que en el año 2018 contaba con 18 habitantes de un total de 52 empadronados en el municipio, acogería este centro de transformación de cultivos, que a su vez se incluiría en la red de exportación de Agroherni, cuyo destino principal es Reino Unido, pero también vende a Alemania, o el norte de Francia.