Diario de Valladolid

SANIDAD ANIMAL

La cabaña ganadera mejora su estado de salud año tras año

Bajo control La tuberculosis bovina reduce su prevalencia hasta el 1,4% mientras la brucelosis se mantiene erradicada en toda Castilla y León / Los cebaderos tienen acceso a «todos los mercados internacionales»

Saneamiento ganadero en una explotación de vacuno en extensivo situada en el norte de la provincia de Burgos.-M. P. V.

Saneamiento ganadero en una explotación de vacuno en extensivo situada en el norte de la provincia de Burgos.-M. P. V.

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Diego Santamaría

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Si en algo coinciden todos los ganaderos de Castilla y León es en la exhaustividad por parte del Gobierno regional a la hora de controlar la cabaña para evitar la transmisión y propagación de enfermedades. Los férreos saneamientos no están exentos de polémica, entre otras cosas por los posibles falsos positivos que perjudican económicamente a los profesionales. Además, la severidad regional frente a la laxitud de otros territorios es motivo de queja constante desde el sector. Sin embargo, la Comunidad presume hoy en día de su cabaña en materia de sanidad animal después de erradicar por completo la brucelosis y disminuir la prevalencia en tuberculosis bovina hasta el 1,4%. 

Para el director general de Producción Agropecuaria eInfraestructuras Agrarias, Óscar Sayagués, la obtención de los resultados «más favorables» en este apartado desde que se puso en marcha la serie histórica oficial es fruto del «esfuerzo conjunto del sector ganadero y la Administración autonómica». Así se lo hizo saber recientemente a los representantes de las organizaciones profesionales agrarias (Opas) de la Comunidad y de la Unión Regional de Cooperativas Agrarias de Castilla y León (Urcacyl) durante un encuentro para dar a conocer oficialmente los datos relativos al año pasado.

Lo más importante, sin lugar a dudas, es la progresiva caída de los índices de prevalencia de la tuberculosis bovina, que en 2015 se aproximaba al 2%. Afortunadamente, la Junta confirma que «el número de explotaciones positivas ha descendido en un 26%». En el caso de Burgos (0,3%), León (0,25%) Palencia (0,5%), Segovia (0,4%), Valladolid (0,25%) y Zamora (0,17%); se ha aplicado el protocolo de «flexibilización» que demandaban los ganaderos y contemplado por el Programa Nacional de Erradicación de Tuberculosis Bovina para las unidades veterinarias cuya prevalencia se sitúa por debajo del 1%, de tal manera que las explotaciones, aunque registren algún positivo, no ven limitada su capacidad para el movimiento de terneros. Entretanto, la situación se mantiene «estable» en Ávila y Soria mientras Salamanca ha logrado reducir su prevalencia hasta el 2,52%.

Mucho más controlada se encuentra si cabe la tuberculosis caprina, ya que menos del 1% de las explotaciones dieron positivo en 2018. El motivo, según fuentes de la Consejería de Agricultura y Ganadería, obedece básicamente al hecho de que Castilla y León fue «pionera» a la hora de implantar el programa de erradicación de esta enfermedad en «la totalidad de las explotaciones». Gracias a ello, el Gobierno regional asegura que el sector dispone ahora de un «valor añadido de cara a los mercados» al tener garantizada una «ventaja competitiva y productiva»sobre otros territorios con mayores problemas en este sentido.

Otra gran noticia, aunque a priori previsible, es el mantenimiento de Castilla y León como región libre al 100% de brucelosis bovina. Por este motivo, la Consejería que dirige Milagros Marcos ha decidido que, a lo largo de este año, las explotaciones se someterán a una «única prueba obligatoria». Eso sí, los ganaderos de burgaleses, sorianos, vallisoletanos y zamoranos contarán con una «ventaja competitiva adicional» al no requerirse «pruebas sanitarias de brucelosis previas al movimiento». Por lo tanto, únicamente se llevará a cabo el saneamiento,«a modo de centinela», sobre el 20% de las granjas. Asimismo, cabe recordar que en 2014 la Unión Europea confirmó que Castilla y León había logrado erradicar por completo la brucelosis ovina y caprina. Desde entonces, fuentes de la Consejería destacan que ese estatus«sigue consolidado», por lo que las pruebas de vigilancia se desarrollan en tan solo el 5% de las explotaciones.

En lo que respecta a la lengua azul, en próximas fechas se publicará una nueva Orden Ministerial que recoge la modificación de las zonas restringidas por esta enfermedad. Con este anuncio, la provincia de Salamanca pasará a considerarse una «zona libre» al excluir a las unidades veterinarias de Béjar y Sequeros, que desde ese momento ya no tendrán la necesidad de vacunar a los animales. Además, varias localidades de Ávila saldrán de esta lista, aunque se mantendrá la vacunación obligatoria en Arenas de San Pedro, Candeleda, El Barco de Ávila y Sotillo de Adrada, donde «sólo será necesaria la vacunación frente al serotipo 4 de la enfermedad».

Tomando estos datos como referencia, el Ejecutivo autonómico ve factible «ampliar el mercado» de las explotaciones, ya que el Programa Nacional de Erradicación de Tuberculosis Bovina permite a Castilla y León «calificar de oficio los cebaderos ubicados en los municipios calificados». Así las cosas, en la actualidad el 86% de los cebaderos regionales tienen la posibilidad de acceder a «todos los mercados internacionales sin realizar las pruebas previas de tuberculosis», lo que garantiza esa «flexibilidad» que tanto demandaba el sector.

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