Diario de Valladolid

El doble de cosecha en el primer año con ‘Día de las Legumbres’

La ONU instituye la jornada mundial para promover el consumo de este alimento altamente nutritivo / Castilla y León reduce un 23% la superficie cultivada pero duplica la recogida

Un vendedor llena de alubias una bolsa de papel para proceder después a pesarla en un establecimiento que ofrece legumbres a granel.-EL MUNDO

Un vendedor llena de alubias una bolsa de papel para proceder después a pesarla en un establecimiento que ofrece legumbres a granel.-EL MUNDO

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Santiago G. del Campo
Valladolid

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La ONU ha instituido este año por primera vez el ‘Día Mundial de las Legumbres’, que se celebró ayer. El objetivo es promover en todo el planeta el consumo de este alimento altamente nutritivo y proteico. Los profesionales de Castilla y León, aunque se toman la celebración de esa jornada como una mera anécdota, señalan que en la Comunidad aún «hay mucho recorrido» para el cultivo de las leguminosas.

Tanto es así que, debido a la mala cosecha de 2017 a causa de la sequía, la superficie dedicada a las legumbres descendió un 23% en la última campaña, desde las 164.246 hectáreas en las nueve provincias, en 2017 a las 126.359 en 2018. Paradójicamente, la cosecha no sólo se duplicó, sino que se multiplicó por 2,42, desde las 77.183 toneladas recogidas en 2017 a las 186.788 en 2018. Mucha más recogida con bastante menos superficie.

El coordinador de Upa-Coag, Aurelio González, señaló que el problema de las legumbres en la Comunidad es que, salvo las destinadas a forrajes, el resto cuentan con escasa rentabilidad. «Si vas a vender garbanzos y te encuentras con cantidad de garbanzos que llegan de Perú o China a precios más baratos, no puedes venderlos a un precio que cubra los costes de producción», señaló. Por eso, consideró necesaria «una regulación, una protección de las legumbres, para que podamos producirlas aquí». Y es que «lo que hay ahora en ayuda a proteaginosas no es para nada significativo».

A su juicio, el tema de las legumbres en Castilla y León «hay que mirarlo», porque «son proteínas que podemos producir aquí para no tener que importarlas».

De parecida opinión es el coordinador de la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), Jesús Manuel González Palacín. Considera que lo más necesario es «que se etiquete el origen de una forma clara, nítida, para que de un golpe visual sepa todo el mundo de dónde son las legumbres que consume». Y es que, en materia de leguminosas, «sólo el 20% de lo que consumimos es de Castilla y León, cuando la calidad es totalmente distinta».

En muchos casos, las empresas envasan aquí las legumbres, «pero la procedencia es de otros países», por eso la organización agraria demanda «identificarlo clarísimamente, porque ahora sólo se ve si lo miras con lupa». Una cosa que no sucede en otros productos, «como por ejemplo el jamón ibérico».

Palacín considera fundamental, asimismo, «avanzar en las figuras de calidad», aunque éstas «no acaban de despuntar porque no acaba de subir el consumo, y sobre todo por la falta de apoyo a las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGPs) y a su promoción».

La Organización para las Naciones Unidas declaró oficialmente el 10 de febrero de cada año como ‘Día Mundial de las Legumbres’ en la Asamblea General celebrada en Nueva York el pasado 20 de diciembre, con el objetivo de promover en todo el mundo el desarrollo de este cultivo «vital para la seguridad alimentaria, la sostenibilidad del planeta y la economía de las zonas rurales, así como potenciar su consumo al menos tres veces por semana, tal y como recomienda la Organización Mundial de la Salud», informó Cooperativas Agro-Alimentarias.

La moción, promovida por Burkina Faso, de dedicar un Día Mundial a las Legumbres fue aprobada por la Asamblea de la ONU por unanimidad, y se enmarca dentro de los llamados ‘Objetivos 2030 de la ONU para el Desarrollo Sostenible y Hambre Cero’, un completo plan de acción que busca la sostenibilidad y la paz a través de la seguridad alimentaria y el apoyo a las economías locales y a las zonas rurales más desfavorecidas.

La resolución de Naciones Unidas destaca las propiedades «extraordinarias» de las legumbres, señalando que son «una de las principales y más asequibles fuentes de proteínas y aminoácidos de origen vegetal para una dieta saludable para millones de personas de todo el mundo».

Además, el cultivo de legumbres es básico para el medio ambiente y para poder preservar la biodiversidad, ya que «sus propiedades fijadoras de nitrógeno contribuyen a aumentar la fertilidad del suelo; necesitan muy poca agua, siendo resistentes a sequías y heladas; y tienen una huella de carbono más baja que la mayoría de otros cultivos». Otro aspecto que resalta la ONU es su papel socioeconómico, ya que «en muchos países las mujeres son las principales responsables del cultivo de legumbres, fortaleciendo su papel dentro de las economías rurales».

Tras el Año Internacional de la Legumbres, celebrado en 2016 con gran éxito en España gracias al apoyo de la oficina de FAO, de la Fundación Española de Nutrición (Fen) y de la propia Asociación de Legumbristas de España (Ale), este Día Mundial de las Legumbres, que se celebró por primera vez de forma oficial ayer, es una oportunidad para poner ‘de moda’ el consumo de legumbres, que son popularmente consideradas un ‘superalimento’ imprescindible en una dieta saludable. Para celebrar este Día Mundial de las Legumbres, las tres organizaciones (Ale, Fen y FAO) trabajaron en conjunto para dar la máxima difusión y relevancia al evento.

Las legumbres proporcionan proteínas vegetales de alta calidad a la dieta, son económicas, fáciles de almacenar y se pueden cocinar de innumerables formas en muy poco tiempo. Las legumbres contienen una gran cantidad de fibra, hierro, potasio, antioxidantes, ácido fólico y no contienen grasa. Son, señaló Cooperativas, «saludables, sostenibles, fáciles de preparar y asequibles».

La mayor producción de legumbres en la Comunidad en 2018 fue de guisantes secos, con 76.602 toneladas. Le siguió la veza, usada generalmente para forraje, con 64.446 toneladas. A distancia le siguieron los yeros (también forrajeros), con 12.990 toneladas, las lentejas, con 12.565 y las judías secas, con 10.656, aunque esta última cantidad podría incrementarse porque se trata del único dato provisional.

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