Diario de Valladolid

AGRICULTURA

Una campaña «irregular» pendiente del último corte

Las tormentas de mayo merman la cosecha, que aún así supera con creces la del año pasado

Un agricultor recoge paquetes de heno al final de la campaña.-ECB

Un agricultor recoge paquetes de heno al final de la campaña.-ECB

Publicado por
Diego Santamaría

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Las «buenas expectativas» de los agricultores de Castilla y León a principios de primavera de cara a la campaña forrajera se han visto truncadas en aquellas zonas donde las tormentas de pedrisco han dejado huella. Se esperaba una cosecha «excelente» y necesaria tras un fatídico 2017 marcado por la sequía. Sin embargo, quienes se dedican a esta clase de cultivos hablan de un ejercicio «irregular» porque la suerte no se ha repetido de manera homogénea. Ya se sabe, «nunca llueve a gusto de todos», señala Félix Arribas, presidente de la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) en Burgos.

Las inclemencias meteorológicas han marcado la tónica de esta campaña desde su arranque. «Hay pueblos que se han librado del pedrisco y otros no», explica Arribas consciente de que en tan solo unos pocos kilómetros se pueden localizar los «dos extremos». Entretanto, su homólogo en la Alianza UPA-COAG,Gabriel Delgado, va más allá al calificar de «muy mala» la campaña, dado que gran parte de la producción obtenida tras el primer corte -sobre todo vezas, titarros y alfalfas- «se ha tenido que tirar» porque estaba «podrida y mojada».

Obviamente, todos esos kilos que «no sirven para nada» han repercutido notablemente en el bolsillo del agricultor. Delgado asegura que los precios a raíz del primer corte estaban«tirados»porque «la gente no lo quería». Eso sí, las producciones que se salvaron de las abundantes precipitaciones se han vendido a muy buen precio. No obstante, asegura que en la provincia apenas se ha logrado dar salida a un 10% del total cosechado.

Pese al varapalo de este primer corte, lo cierto es que la cosecha ha experimentado un notable repunte en Castilla y León respecto a 2017. Según los últimos datos de la Consejería de Agricultura correspondientes al pasado mes de julio, se han recolectado 2,9 y 1,2 millones de toneladas de alfalfa y veza forrajera, respectivamente. En ambos cultivos, Palencia se sitúa como la provincia con mayor capacidad productiva al registrar sendas cosechas de 1,1 millones y 428.868 toneladas. Por contra, el año pasado se recogieron 1,3 millones de toneladas de alfalfa y 227.669 toneladas de veza.

Ahora, los agricultores que no han cerrado el ejercicio permanecen expectantes ante el último corte. Delgado se muestra «pesimista» porque en las últimas semanas «no ha llovido nada». Arribas, por su parte, cree que los cultivos permanentes como los de alfalfa o esparceta aún pueden ofrecer buenos resultados «si el tiempo sigue así» y, sobre todo, si disponen de sistemas de regadío. Eso sí, advierte que la veza o el titarro «ya no tienen solución» porque «solo tienen un corte» y, lógicamente, «hay que volver a sembrar». Así las cosas, considera que aún hay esperanza y que «las expectativas son muy buenas» en este caso.

Mientras la Comunidad está a punto de concluir la campaña forrajera con una tónica «similar» en todas las provincias, el mercado de la alfalfa deshidratada continúa expandiendo sus horizontes fuera del país. Lo confirma la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada, que a lo largo del primer semestre de este año ha logrado incrementar las exportaciones en un 2,4%. Esta tendencia «positiva» que se traduce en 497.438 toneladas repartidas en 40 países se debe principalmente a la demanda creciente de Emiratos Árabes, que continúa siendo el «principal destino» con más de 200.000 toneladas.

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