La fruta riojana busca tierra en el vergel agredeño

El vergel de las tierras de Ágreda por el que ya apostó la Finca Señorío de Rioja con su marca Altos de Yara hace ya cinco años no ha pasado desapercibido para otros empresarios del sector hortofrutícola de la Comunidad vecina, ya que la altitud de la zona unida a su climatología convierten a la comarca agredeña en un enclave idóneo para las frutas y hortalizas de calidad. Y es que la temperatura desciende un grado centígrado por cada 180 metros de ascensión, se logran más horas de frío, más cantidad de hidratos de carbono (glúcidos o sacáridos) y más aroma por la insolación y sequedad. Así a mayor insolación, existe un mayor número de cloroplastos, con lo que se produce mayor elaboración de almidón y la fruta es más dulce.

De hecho, en los tres años que Altos de Yara lleva recogiendo manzanas sus producciones han resultado más que exitosas, tanto que desde este año comercializa la fruta bajo marca propia, ya que las dos primeras temporadas se vendía junto con las manzanas de Señorío de Rioja. Y esta campaña, ya en plena cosecha, confían en superar los dos millones de kilos de fruta, tal y como vaticinó Raúl Sanz, propietario de esta empresa soriana dedicada al cultivo hortofrutícola. Además, el año pasado decidió diversificar la producción con tomates, que ha vuelto a plantar esta temporada. Pero juega a su favor la inversión que realizó en regadío para poder maximizar los rendimientos de su finca de Valverde de Ágreda de 40 hectáreas. Porque la zona adolece de infraestructuras modernizadas para el riego. De hecho, ya se plantea apostar por otras variedades de manzanas e incluso otras frutas, que podrían darse en la comarca.

Así, este interés que ha despertado entre varias empresas riojanas, dada su proximidad, por materializar cultivos de regadío en Ágreda se ve paralizado por la falta de concentración parcelaria en la comarca, una zona con las tierras muy divididas, incluso atomizadas, unida a una infraestructura de riego obsoleto, que conlleva «una pérdida de oportunidades brutal», explicó el alcalde de Ágreda, Jesús Manuel Alonso, quien añadió que «la pelota se encuentra ahora en el tejado de la Junta de Castilla y León, que es quien tiene la responsabilidad de la concentración parcelaria». De hecho, a principios del verano la Fundación Soriactiva de Caja Rural de Soria, que tiene como máxima aprovechar los recursos del sector agrícola y ganadero, explicó en Alfaro, de manos de su presidente, Anselmo García, la importancia de la zona porque hay posibilidades de cultivo de frutales atendiendo a la demanda de agricultores riojanos de Alfaro y Calahorra interesados en expandir su producción a la zona agredeña siguiendo el ejemplo de Altos de Yara porque quieren fincas pero tienen que asumir ellos la inversión de regadío. Por eso tiene especial interés su modernización, pero primero habría que acometer la concentración. «Hay cantidad de agua y tiene una altitud y una climatología idónea para la calidad de las frutas. La ventaja es la oscilación térmica entre el día y la noche, lo que da calidad al producto».

Alonso recordó que durante todo el año pasado el Ayuntamiento de Ágreda realizó una labor de depuración de los propietarios de las fincas que se van a someter a la concentración, ya que había más de 6.000 propietarios de las 8.000 hectáreas susceptibles de concentrarse. «Había unos 1.500 dueños de parcelas sin localizar, porque no habían declarado sus propiedades. El Consistorio consiguió identificarles o a sus descendientes en el caso de que los primeros hubieran fallecido, y le presentamos el documento actualizado en enero de este año. Todavía estamos esperando una respuesta», manifestó el alcalde de la localidad moncaína.