Menos patata temprana con calidad

La campaña de patata está a punto de arrancar en Castilla y León. Los agricultores han comenzado ya a ‘quemar’ las colombas más tempranas, especialmente aquellas destinadas a patata de lavado. A pesar del retraso en las siembras, se puede decir que las primeras patatas en la Comunidad «van con la fecha», como apunta Eduardo Arroyo, presidente de la Asociación de Productores de Patata de Castilla y León (Appacyl). Este profesional insiste, eso sí, en que «no hay mucha patata temprana», especialmente debido a las lluvias que paralizaron las labores en las parcelas.

El sector habla, de forma general, de «la mitad de tempranas que otros años». Una menor oferta que va a provocar, según los productores, «mayor fluidez» en el mercado y, «en ningún caso», problemas de escasez.

Tal y como apunta Yolanda Medina, presidenta de la Interprofesional de la Patata en Castilla y León, la campaña en Cartagena está terminando aún y en Albacete, por su parte, apenas acaba de arrancar, por lo que el mercado está abastecido. «Hay patata suficiente». Es más, desde la Asociación de Productores alertan ante las previsiones de cosecha en Europa, donde la superficie sembrada es superior a la del pasado año, como ocurre en el caso de Francia, con cerca de un 4% más esta campaña.

La evolución en estos países está siendo buena, así que el temor es que, «si viene una cosecha fuerte», podrían surgir problemas a finales de agosto y septiembre, como señala Arroyo. Alemania ha cortado pronto la importación, y se habla en términos comunitarios de excedentes y cosechas adelantadas, aunque habrá que esperar.

No hay previsión en las próximas semanas de mucha patata, pero eso no va a ser indicador de una subida de precios al agricultor. No se espera que las cotizaciones se disparen, más bien se habla de estabilidad en un contexto actual de caída de precios en las últimas semanas, que confirman desde la Interprofesional.

Medina destaca la «volatilidad» del mercado y el descenso de precios en los últimos veinte días, debido especialmente al calor. «La patata sufre mucho con las temperaturas altas y las que quedan se las quieren quitar», asegura. De esta forma, como explican los productores, de un inicio de campaña en Andalucía con precios entre 40 y 50 céntimos, se ha bajado hasta los 26 céntimos en variedades como la agria, que es la que ha registrado una bajada de cotizaciones más significativa. En la patata de lavado, y dependiendo del calibre, se está pagando entre 30 y 35 céntimos, según los operadores.

El contexto en este momento es de un mercado «a la baja», aunque los precios son «aceptables», según Arroyo. De momento, avisa, «no es oro todo lo que reluce, habrá que esperar a ver cómo se desarrolla la campaña».

En este escenario, y hasta mediados del mes de agosto, la previsión es de una campaña más corta, pero de «muy buena calidad» ya que el tubérculo está sano, y no ha sufrido ningún tipo de estrés por las altas temperaturas, con rendimientos en torno a las 40 toneladas. Lo normal es que durante las próximas semanas se mantengan estos precios y la calidad «prime». Eso sí, las últimas lluvias han encharcado también algunas parcelas, donde la patata prácticamente se ha perdido o han surgido enfermedades, que se están combatiendo.

Por otra parte, la mirada del sector sigue puesto en las exportaciones y en la demanda exterior. La presidenta de la Interprofesional apunta a «una concentración de oferta de agria» actualmente, ya que la patata que habitualmente se destina a Reino Unido ha empezado a salir «muy ligeramente». Medina insiste en que no saben qué es lo que va a pasar. En este sentido, tiene claro que la exportación regulará el mercado y permitirá una venta más escalonada frente a la temida saturación. Un elemento a tener en cuenta, junto a la demanda también procedente de Portugal, compradora de agria y de otras variedades de patata.

La climatología de las últimas semanas, con tormentas puntuales en distintas zonas de la Comunidad ha aumentado, como apuntábamos anteriormente, la humedad en algunas parcelas, localmente afectadas. El sector está preparado ya en Castilla y León para afrontar una campaña con una superficie algo menor a la pasada, alrededor de 19.400 hectáreas, según los últimos datos de la Junta. De manera general, se habla de una campaña «desigual» debido al escalonamiento en las siembras provocado por las lluvias.

«El cultivo está bien, con un retraso de maduración y crecimiento». Así lo señala César Herrera, gerente de Social Cooperativa Laguna de Duero (Valladolid), que prevé empezar el arranque en la zona la última semana de julio, lo que supone un retraso de unos quince días. Estos profesionales esperan que el escalonamiento haga que «oferta y demanda se puedan encontrar».

Preocupa, sin embargo, la situación que se pueda generar a partir de mediados de agosto, según el presidente de la Asociación de Productores de Patata en Castilla y León. Arroyo tiene claro de que el sector «depende de que Francia meta más o menos patata» en estas fechas, y quiera «soportar los precios». Es posible, incluso, si la campaña viene bien, que algunos agricultores apuesten por adelantar el arranque, aunque pierdan producción. En cualquier caso, habrá que esperar al desarrollo de la campaña en las próximas semanas.

Mientras el sector sigue pendiente de la volatilidad del mercado, la Interprofesional de la Patata de Castilla y León sigue dando los últimos pasos para su reconocimiento oficial. Tras el impulso a esta herramienta por parte de la Asociación de Productores, su presidente afirma que la Inteprofesional es «prácticamente» un hecho, a falta de los últimos flecos que se están cerrando estos días con los técnicos de la Consejería de Agricultura y Ganadería.

La Junta ha solicitado a los operadores que acrediten su representatividad, y los productores harán lo propio, con las adhesiones necesarias prácticamente cerradas para llegar a ese 51% exigido para el reconocimiento institucional. Una vez cerrados todos los detalles, la labor desde este instrumento, que el sector considera «imprescindible» para regular la patata, se debe centrar en aspectos como «la formación y la promoción», como afirma Arroyo, aunque eso será ya para la próxima campaña. «Hay que ir de la mano del mercado y producir lo que pida», subraya.