Diario de Valladolid

AGRICULTURA

Maíz y girasol miran al cielo

En zonas no modernizadas no hay garantías de unos riegos mínimos para que el cultivo progrese / Los técnicos piden «paciencia», y recuerdan otras opciones con ciclos cortos o alternativas como el sorgo

Un agricultor en plenas labores de siembra en una parcela de la Comunidad.-E.M.

Un agricultor en plenas labores de siembra en una parcela de la Comunidad.-E.M.

Publicado por
Marisol Calleja

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La situación del campo es realmente preocupante. Las últimas lluvias han supuesto un pequeño alivio en algunas zonas de Castilla y León, aunque el agua caído no sirve para llenar los pantanos, tan solo evita algunos riegos y, por tanto, más costes para los agricultores que temen una importante merma de la cosecha.

Las zonas modernizadas administran mejor la falta de agua, mientras en el riego a pie no hay garantías en verano de que se puedan dar los riegos mínimos para garantizar el buen desarrollo del cultivo. De esta forma, todo hace prever que, en el caso del maíz, la superficie de siembra se reduzca significativamente en Castilla y León, a falta de los datos definitivos de la PAC. Así lo cree Eva Pelaz, delegada de Pioneer en la zona Duero, que pronostica una reducción de hasta el 50% en provincias como Zamora, además de la bajada prevista en el número de hectáreas en Salamanca, Valladolid, o Palencia, la zona más problemática. En León, primera productora nacional, ya está prácticamente todo sembrado y nacido. Asaja y la Alianza UPA-COAG estiman que este año se quedarán por debajo de las 58.000 hectáreas del pasado año, en el que ya se perdió superficie de siembra.

Una campaña, la de 2016, que fue totalmente atípica debido a las inundaciones. No se comenzó a sembrar hasta el 20 de mayo y se optó, en este caso, por ciclos más cortos, dando lugar a una cosecha con menos rendimientos, pero aceptable, a pesar de todos los contratiempos. En esta ocasión, la apuesta en regadío sigue siendo el maíz para aquellos que tiene garantizado el agua, lo que no ocurre en todos los casos. El resto de agricultores decide aún si opta por el barbecho o por sembrar girasol, cuya campaña está todavía abierta hasta finales de mayo o principios de junio.

Desde Pioneer se insiste en que el profesional debe tener «paciencia». Creen que hay tiempo todavía incluso para el maíz, con ciclos de nuevo más cortos, «bien adaptados», y con resultados en términos de producción y, especialmente, para el girasol en regadío. Para el secano dependerá de si llueve o no y el terreno y la humedad permite las siembras para asegurar una buena nascencia.

Creen que si hay precipitaciones en mayo y junio, el cultivo se podría sacar adelante. De cualquier forma, la empresa recomienda además otra alternativa «viable», como es el sorgo. Un cultivo que consideran «apropiado» allí donde el maíz no es posible y las tierras no son buenas para el girasol. En esa circunstancia, opinan que este cereal «reacciona bien con pocos riegos», según Elena Catalina, delegada en la zona de León y Benavente.

Y es que la falta de agua es el problema principal en estos momentos. El secretario general de UGAL-UPA, Matías Llorente, advierte que hay 60.000 hectáreas en la zona del embalse de Barrios de Luna que, a fecha de hoy, no tendrán agua a partir del diez de agosto. Llorente explica que ya han tenido que consumir uno de los riegos previstos para el cereal, las colzas y los forrajes, y si hay que regar el maíz para que nazca, «solo quedarían dos». Así, pide que se «tome conciencia» de una situación que puede ser realmente «catastrófica». «Si no llueve se nos seca el maíz, la remolacha, o el girasol», apunta preocupado.

De igual forma, las Opas exigen que se confirme la flexibilización del ‘greening’ esta campaña dentro del Decreto de sequía del Duero que actualmente se está tramitando, tal y como han apuntado desde la Junta. Eso sí, el presidente de ASAJA en León, Arsenio García, pide que, éste y otros compromisos de «sensibilización», se manifiesten «por escrito» para que después «no haya sustos».

El escenario, a pesar de las lluvias de los últimos días, es de una gran incertidumbre, pendientes de la meteorología. Es por ello que las organizaciones agrarias siguen insistiendo en que la administración debe garantizar ayudas directas al sector para salvar la situación de muchas explotaciones en la Comunidad. «Si no nos hacen caso, tendremos que empezar a movilizarnos», advierte el presidente de ASAJA en León. Este responsable agrario mantiene que «no hay seguros para pantanos secos», y cuestiona que las instituciones no se planteen ayudar al campo mientras «lo han hecho» ya con otros proyectos como el de Campofrío.

Una opinión que comparte el secretario general de UGAL, que pide un «rescate urgente» para el sector. «Somos productores de alimentos, y la situación actual nos va a hacer depender del exterior». No duda de que si la respuesta de la administración sigue siendo la de hasta ahora, saldrán a la calle y , además, espera que las protestas se realicen bajo la «unidad de acción».

En torno a los seguros, por los que apuestan Ministerio y Junta ante las adversidades climatológicas, ambas organizaciones creen que es el momento de discutir sobre esta política. Recuerdan también que la Junta puso en su momento 16 millones de euros para apoyar la contratación, dinero que se rebajó con la crisis, y que solo llega a los 6,8 millones de euros en los presupuestos de este año. Las Opas quieren revisar la producción, las franquicias y el valor de los seguros, es decir, redefinir la política actual. «El agricultor pone el dinero de la póliza y la Junta su parte, hasta dos años después, así no se incentivan los seguros», lamentan desde ASAJA.

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